Hola Queridas Novias,
Por un tiempo mi hermana mayor dijo que visitaría a mi mamá ahora que todavía está de vacaciones de su trabajo como maestra de escuela. Ella vive a una hora y media de la casa de mi mamá y por una u otra razón, no viene mucho a vernos. En otros testimonios anteriores he compartido sobre mi Amado trabajando para restaurar nuestra relación porque desafortunadamente no nos llevábamos muy bien. Mientras hablaba con mi Esposo sobre esta relación para mejorarla y cómo, me recordó el versículo 1C1348 que dice: “El amor es paciente, el amor es bondadoso. No tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso. No deshonra a los demás, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no lleva registro de agravios.¨
Este versículo lo guardé en mi corazón ya que Él me lo volvió a regalar y me llevó a mantener una comunicación más frecuente con mi hermana.
Sin presionarla le pregunté si todavía pensaba venir a visitar a mamá y me dijo que lo haría el domingo. Ella me pidió que fuera para que las tres pudiéramos estar juntas. Lo cual por supuesto acepté.
Como hablo con mamá todos los días, sabía que estaba un poco incómoda con la visita de mi hermana y aproveché para pedirle que solo buscara a su Esposo, entregara todos esos sentimientos y esperara a ver qué tiene Él para ella. Bueno, señoras, permítanme compartir que Él siempre es fiel y nunca nos decepciona. Vino mi hermana con su máquina de cocer, reparó unas cortinas que mi mamá quería arreglar. Mi sobrino mayor (el hijo mayor de mi hermana) que vive con mi mamá pasó todo el tiempo con nosotros, nos compró el almuerzo y también ayudó a servir la mesa.
Los 4 nos reímos, compartímos recuerdos y compartimos principios sobre Su Palabra. Wow, wow, sí, leíste bien, “compartimos principios sobre Su Palabra”, mi corazón estaba tan lleno de gratitud y amor. Nunca hubiera imaginado en mil años que alguna vez pasaríamos un domingo como el de la semana pasada. Tan pacífico, tan lleno de gozo y la razón es porque mi Esposo estaba en el centro de todos nosotros, sosteniendo nuestras manos juntas.
Cuando me fui, tenía una gran sonrisa en mi cara. Sí, la que normalmente tienes cuando el amor de tu vida ha hecho algo increíble por ti. No pude quitarla de mi cara por el resto del día. La sensación fue simplemente increíble.
Mi mamá me llamó después de que llegué a casa para decirme lo bendecida que se sentía por el hermoso domingo, gracias a todo el trabajo que Dios está haciendo en su vida y que no puede esperar a ver más.
Verás, Él es el Rey de los Imposibles. Volviendo ❤️ donde Él quiere. Tus oraciones son poderosas, déjame animarte a seguir confiando y orando para que el corazón de tu familia se vuelva hacia Él. Él sabe cuáles son nuestros deseos del ❤️ y nos mostrará el camino.