No necesito a nadie más que a Él

 La Promesa del día: “No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios". Eclesiastés 2:24

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Quiero agradecer a mi precioso Esposo Celestial porque Él es bueno y Su misericordia es para siempre; lleno de gracia, de perdón y amor incondicional. Realmente el Señor es bueno y ha tenido cuidado de mí en todos los detalles.

Esta semana tuve una situación que me descontroló un poco, pues fui bendecida con mucho trabajo gracias a Dios, pero la persona que me ayudaba en el negocio renunció justo ese día en que había tanta carga laboral; mi Esposo Terrenal me llamó para decirme que este fin de semana no recogería a los niños para pasar con él y pues me sentí un poco desesperada y afligida porque además educo a los niños en casa y ellos tienen actividades deportivas; uno por la mañana, el otro por la tarde; además de la limpieza, la comida, las compras, etc.

Sentí que no podía más así que busqué a mi amado Esposo Celestial y me dijo: ”Ni aun la hoja del árbol se mueve sin mi voluntad y todo lo que ocurre en tu vida es con un propósito”; así que comprendí que Él quería renovar mis fuerzas y enseñarme a depender de Él y no del hombre así que obedeciendo a Su Palabra comencé a trabajar por prioridades, primero Él (mi Esposo Celestial), mis hijos, comida, casa y al final el trabajo después de todo no dependo del trabajo sino de Él y Él proveería lo que necesitaba aun sin mis fuerzas y energía, así que lo solté en Sus manos y cambie mi actitud.

Era jueves cuando esto comenzó, así que pasé el fin de semana con los pequeños y trabajé solo lo que necesitaba hacer con mayor urgencia y el día domingo salí a desayunar con mis hijos ya que tenía días que quería barbacoa y no había podido comer eso, así que busqué a mi Esposo Celestial y le pregunté si esto era correcto y me recordó un texto en Eclesiastés 2:24 que dice que el hombre puede comer del fruto de su trabajo, pues esto es un regalo de parte de Dios y fui con ellos.

Decidida a descansar para comenzar la semana con fuerzas renovadas me fui a casa con mis hijos cuando recibo la llamada de mi hermano para decirme que debe entregar evidencias de unas prácticas en la escuela de quirofisica y debe hacer una terapia de pediluvio y maniluvio lo que significa un masaje relajante con hierbas y aceites en manos y pies y pues le dije que sí. Después de comer fui con él y no solo recibí el masaje de pies sino un masaje relajante completo que duró casi dos horas con agua y hierbas calientes, aceites relajantes, aromas maravillosos y delicados, música relajante, una siesta al final de la terapia y además fue gratis, quién, sino mi amado Esposo Celestial planeó esto para mí, por alguna razón mi hermano no pudo recoger al paciente al que le haría la terapia y la razón es que mi Esposo Celestial lo planeo para mí.

Era lo que necesitaba, además mi Amado y Precioso Esposo Celestial me dio el día lunes de descanso para hacer mis pendientes en casa y con los niños para comenzar a trabajar el martes con fuerzas renovadas, todo en perfecto orden y Él a mi lado, ¿Qué más quiero si Él es fiel?, cuida de mí en todo.

Cabe mencionar que todos los trabajos se entregaron el día indicado, sin atrasos y el fruto de ese trabajo alcanzó perfectamente para cubrir todos los gastos de esa semana. Toda la gloria sea para Dios, para mi amado Esposo Celestial que me ama con amor incondicional, aunque no lo merezco y muchas veces me equivoco y cometo errores Él me llena de gracia y amor, me da la oportunidad de un nuevo comienzo cada día.

¡Te amo mi precioso Señor, eres todo lo que necesito, si te tengo a ti lo tengo todo!

Agradezco Su amor inagotable, le doy las gracias por no rendirse conmigo. ¡Gracias!

~Sara en Florida