¡¡Me ha Mostrado su Amor Verdadero!!

En aquel día —afirma el Señor—, ya no me llamarás: “Mi Señor”, sino que me dirás: “esposo mío”.

Y así fue como sucedió un día dejé de decirle SEÑOR SEÑOR y le dije AMADO Mío, ESPOSO Mío pues este testimonio de alabanza es de un lapso de un año, y desde inicios,  mi EC (Esposo Celestial) Pone en mi corazón que haga un pacto de oración diario, después de las crisis existenciales y conyugales (pues estuve a punto de perder la cordura), de las cuales Él me rescató y me libró,  hoy sé que dió su sangre preciosa por mí, no escatimó su vida para salvarme a mí ,Y sé que me liberó de la muerte eterna, me redimió y acepté a Cristo por obediencia, me bauticé pues había cosas del mundo que yo había dejado en su tiempo precioso durante mi preparación bautismal ,dejé una fuerte Adicción al tabaco, Él me preparo Y sólo Él.

Aun libro batallas pues la carne hay que hacerla morir día a día. Yo le pedía en mis oraciones llegar a conocerlo más y más profundamente y hasta que encontré Restaurada en Gracia, entendí la profundidad de lo que era conocerle como mi Esposo Celestial en la intimidad, una palabra que a veces  no queremos usarla porque la sentimos muy fuerte porque estamos hablando de Dios pero solamente en esa intimidad puede llegar a ser tu Esposo Celestial Jesús verdaderamente, le he pedido me ayude a serle fiel cada día, no vuelva yo a desviar mi mirada de lo que verdaderamente vale la pena que es Él, pues quiero gozar de Su amor desde ahora y para siempre.

Quiero aprender a ser la esposa que él necesita que yo sea, le pido instrucción y educar pero sobre todo amar a mis hijos no de palabras, sino también con acciones Él me enseñado a orar, Él me ha enseñado a amar aún aquellos que me han hecho daño, pero sobre todo me ha mostrado su Amor verdadero, dice que me ama  como nunca nadie me había amado y es tan grande y tan hermoso que durante estos tres días qué ministerio de Restaurada en Gracia convocó a sólo adorarlo y alabarle para encontrarle como ese gran Esposo. Yo le preguntaba a Él, si yo ya había llegado a ese punto (pues todas en oración seguimos en pie de lucha por la restauración de nuestros matrimonios), pero yo le pregunté a Él si yo ya era su esposa y fue cuando él me dio esta palabra  (Óseas 2:16), lo amo y ahora sé que él me ha tomado como su esposa

Ahora para que puedan entender, en compañía de todo el pueblo santo, lo ancho, largo, alto y profundo que es el amor de Cristo. Pido que ustedes experimenten ese amor, que nunca podremos entender del todo. Así estarán completamente llenos de Dios. Efesios 3:18

Restaurada en Gracia