“El Señor está moviendo su mano poderosa en mi”

 La Promesa del día: “Yo voy a crear un cielo nuevo y tierra nueva y el pasado no se volverá a recordar más, no vendrá a la memoria. Que se alegren y estén contentos por lo que voy a crear.” Isaías 65:17-18

PR Audio Yaz

A pesar de la situación económica en la que me encuentro, con los cursos y leyendo La Palabra de Dios y luego de haber escuchado todos los capítulos de Cómo Dios puede y va a restaurar su matrimonio, he podido vencer el temor de apartar el diezmo cada quincena... Es lo primero que está en mi presupuesto y es lo primero que transfiero al recibir mi quincena y lo hago tan alegre ya que no puedo dejar de agradecer a mi Dios por la fortaleza que me ha dado en estos 6 meses que mi esposo terrenal se fue de la casa. Mi Esposo Celestial ahora es quien cuida de mí y reprende al devorador de mis finanzas y confío en que el Señor está moviendo Su mano poderosa en mí, mi hogar y mis hijos.

Mis ojos están puestos en Él y antes decía que no me alcanzaba para diezmar y ahora puede que no me alcance para pagar el celular o bajo mis compras de super o veo que hacer; pero no voy a dejar de otorgar mi diezmo a mi Esposo Celestial que no me ha dejado sola en ningún momento y esto es mínimo en comparación a lo que Él ha hecho por mi en 5 meses. Hay que diezmar y ver la mano de Dios moverse en nuestras vidas.

Querida amiga, puedo comentar que hace muy poco entendí lo que era soltar y mi Esposo Celestial hizo que lo entendiera justo antes de lo que Él sabía que me sucedería. Hace una semana fui operada de emergencia por un quiste de ovario torcido, el cual no sabía que tenía, hasta que me comenzaron los dolores insoportables. Tengo 6 meses separada de mi esposo terrenal y si no hubiera "soltado" me hubiera deprimido mucho ya que mi esposo terrenal sabe lo que me sucedió, pero no pudo dar su apoyo ni en cuidar de su hijo y menos de saber como me he sentido.

Los días que estuve hospitalizada me concentré en mi Esposo Celestial, oraba en la noche en la madrugada hablaba con Él y me sentí acompañada en todo momento, me sentía feliz a pesar del dolor de la operación y le pedí que mi seguro pudiera cubrir lo más posible de la cuenta de hospital y así fue para mi sorpresa, ¡no tuve que cubrir casi nada! Le pedí con mucha fe y sabía que Él era mi Esposo Celestial, el cual cuidaría de mí, cuidaría a mi hijo (logre dejarlo con unos familiares que me apoyaron) mientras yo estaba en el hospital y sabía que pagaría mi deuda de hospitalización. Dios es el Esposo fiel y tierno que necesitas. Suelta todo y verás la mano de Dios moverse en ti.

Su promesa:

"Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito". Romanos 8:28

~Yaz en Panamá