“¡Él es todo lo que necesitas!, por eso su nombre es Yo Soy”

 La Promesa del día: "A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje". 1 Reyes 18:44

PR Podcast Anastasia

Queridas novias, quiero compartir con todas ustedes este pequeño testimonio en "tiempos de pandemia"... Para ponerlas en contexto, mi papá tiene Alzheimer y es como un niño en este momento, se ha olvidado de muchas cosas y a veces él no nos recuerda.

Ayer, mi mamá nos llamó (a mi hermana y a mí, ya que vivimos juntas) y nos dijo que ambos estaban escuchando la Palabra y que vio a mi padre ir a buscar un cuaderno y un lápiz, él tomó notas de lo que escuchaba, ¡guau! Esto es muy importante para nosotras porque nos dice que mi papá está pensando en Dios. Entonces recordé que cuando lo tuvimos hace poco en casa vi algunas notas en sus libros sobre Jesús y las Escrituras.

Mi Esposo Celestial me había dicho cuando comenzamos a notar síntomas de la enfermedad de mi papá: "Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón". Hebreos 4:12 y "Él envió Su palabra y los sanó y los libró de la muerte" Salmos 107:20

¡¡Estoy tan feliz!! Porque Él me explicó que la médula ósea produce las células madre que actúan en la regeneración o reparación de los tejidos (Ej. tejido nervioso: neuronas), entonces, ¡creo que Su Palabra entra en su mente y el Señor está regenerando y reparando sus neuronas!

Por otro lado, elogio a mi Esposo Celestial porque si mi papá estuviera sano, esto no sería posible, ya que a él no le gustaba estar en la casa —él prefería vivir en el rincón de una azotea— de manera que su enfermedad ha contribuido en la transformación del corazón de mi mamá. Esto me ayuda a ver una vez más que mi Esposo Celestial sabe lo que hace, Él está en control y usa TODO para bien, aunque nos parezca que la enfermedad es mala, Dios lo permite y muchas veces es un aguijón en la carne tan necesario para que nuestras almas no se pierdan, para que nuestros corazones sean transformados y suavizados para nuestro Señor.

Amadas, para mí este pequeño testimonio es como esa pequeña nube del tamaño de la mano de un hombre (1 Reyes 18:41-46) que me indica que mi Amado está obrando en ellos, y confío en que todo obra para bien a los que amamos a Dios, Él conoce los deseos de mi corazón y me anima mucho ver que trabaja en cada área y oración que he puesto delante de Él.

En realidad durante este tiempo de cuarentena, he visto a mi Amado manifestarse de hermosas formas en mi vida, por un lado esta situación de mis papás, por otro lado mostrándome cómo ha girado el corazón de mi Esposo Terrenal hacia mí, y por último cuidando y favoreciendo mis finanzas, lo cual espero compartir en un próximo Testimonio de Alabanza.

Hermosas novias, lo más importante en este viaje es caminar a Su lado, tomadas de Su mano y caminando en intimidad con el Amado de nuestra alma, sabiendo que Él es el Hombre que más nos ama y que siempre, a cualquier hora y en todo lugar está con nosotras para amarnos de todas las formas en que podemos imaginar, Él es el hombro que necesitas cuando quieres llorar, Él es el sanador cuando tienes un dolor físico o emocional, Él es nuestro proveedor... ¡Él lo es todo! ¡Por eso Su nombre es YO SOY! ¡Si necesitas algo en tu vida, Él es la respuesta!

Su promesa:

"Moisés respondió: Pero si voy y les digo a los israelitas: “Nuestro Dios, es decir, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a libertarlos”, seguramente van a decirme: “A ver, dinos cómo se llama”. Y entonces, ¿qué les voy a responder?

Dios le contestó: Diles que soy el Dios eterno, y que me llamo Yo soy. Diles a todos que yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, los antepasados de ustedes. Así que ve a Egipto y reúne a los jefes de Israel. Cuéntales que yo, su Dios, me aparecí ante ti, y que sé muy bien cómo sufren en Egipto". Éxodo 3:13-16 

~Anastasia en Colombia