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1 de Mayo

“Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra.” (Salmo 119:74).

Querida, porque esperamos en la Palabra del Señor, podemos animar a otros que esperan en El, aquellos que también le temen. ¡Nos mirarán, y se regocijarán en El! ¡Aleluya! ¿Acaso no nos llamó Dios la atención en Su Palabra que es nuestro deber, una parte de nuestro llamado en nuestra vida, de animar a los tímidos de corazón? ¿No se supone que ayudemos a los débiles? No obstante, sin alimentarnos en Su Palabra, sin anhelar ni esperar por ese momento en el que podamos sentir placer en su delicioso manjar, ¿qué tenemos que ofrecerle a aquellos que se sienten desfallecer?

Oh Querida, si dices, “Pero soy yo quien no puede caminar,” te diré que hay un banquete servido para ti, que no te has fijado que está ahí. Ahora debes alimentarte tú. Estás lista para alcanzarlo y llevarlo, y no depender más de nadie para que le dé comida que tu espíritu y alma anhelan. ¡Come del banquete, y luego ofrécele un aporción a otros para que prueben y vean la bondad de Aquel a quien llamamos Señor!”

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

2 de Mayo

“Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza.” (Salmo 119:147).

Querida, ¿lo buscas al amanecer? Son aquellos quienes lo buscan a El al amanecer quienes lo encontrarán. O, ¿acaso nos ocupamos con cosas que realmente no valen nada? Cuando te encuentras con El en la quietud y oscuridad de la noche que no se ha levantado todavía, verás la gloriosa salida del sol. Es una fotografía de la gloriosa salida de tus circunstancias que Dios ha permitido. Ahora piensas en El, lo anhelas, hablas con El, te apoyas en El. Son días preciados; no te los pierdas.

Levántate temprano y encuéntrate con el Señor. El está esperando escuchar tu clamor para poder enviarte todo lo que necesitas hoy y todos los días.

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3 de Mayo

“Al día siguiente Abraham madrugó y regresó al lugar donde se había encontrado con el Señor...” (Gen. 19:27).

Querida, ¿tienes un lugar donde puedes presentarte frente al Señor? El nos ha dado permiso para que entremos por Sus puertas con oraciones de agradecimiento y alabanzas. Querida, este es el Rey de reyes y el Señor de señores que nos ha dado permiso para que vayamos a El cuando tengamos el deseo. Esto es muy difícil de entender, muy maravilloso para creer. Si nuestro presidente o el rey de una nación poderosa te diera permiso de verlo, ¿acaso no llegarías ahí temprano cada mañana? Sabiendo el privilegio que es, ¿acaso no aprovecharías la oportunidad?

Querida, como hija de Dios, vienes no como sirvienta, aunque lo somos, pero como una hija. No sólo entramos, sino que abrazamos Su rostro mientras El nos sostiene en Sus brazos. No descuides el privilegio de este lugar. Ve temprano y encuéntrate con el Unico que gobierna el universo entero. El espera por ti.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

4 de Mayo

“Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” (Mt. 6:33).

Querida, esta es una promesa, y Dios no puede mentir porque El es verdad. Sin embargo, El tiene una condición para esta bendición. ¿Lo has buscado primero? ¿ El ha sido primero todos los días? ¿Has hecho otras cosas antes de encontrate con El? ¿Lo buscas a El primero cuando estás sufriendo, cuando tienes una pregunta, cuando no tienes con quién hablar? ¿Es El tu prioridad – es El primero en tu vida? ¿O estás más preocupada, más enamorada de tu esposo quien te ha dejado o el novio que deseas? Querida, el Señor ve tu corazón. Yo no puedo juzgar, pero El puede juzgar quien es primero en tu vida.

Querida, Dios es fiel. El completará Su parte si tú lo pones a El primero en tu vida y en tu corazón. Dios añadirá los deseos de tu corazón cuando fielmente lo pones a El primero.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

5 de Mayo

“En la madrugada del día siguiente, Abimélec se levantó y llamó a todos sus servidores para contarles en detalle lo que había ocurrido, y un gran temor se apoderó de ellos.” (Gen. 20:8).

Querida, cuando el Señor le hable a tu enemigo, ¿estarás lista? Por la obediencia de Sara, el Señor le habló a sus enemigos:

“Entonces Dios le dijo en un sueño, ‘—Sí, ya sé que has hecho todo esto de buena fe —le respondió Dios en el sueño—; por eso no te permití tocarla, para que no pecaras contra mí. Pero ahora devuelve esa mujer a su esposo, porque él es profeta y va a interceder por ti para que vivas. Si no lo haces, ten por seguro que morirás junto con todos los tuyos.” (Gen. 20:6-7).

¿Estarás lista para recibir las bendiciones? Dios le habló a Abimélec en su sueño, en la noche. Cuando se levantó en la madrugada, estaba listo para enmendar y corregir sus actos contra aquellos que inconcientemente había ofendido. ¿Estarás en el lugar correcto para recibir cuando tu enemigo venga a corregir sus actos? Muchas veces dormimos. No estamos despiertas. Se nos olvida que es una batalla espiritual. No nos reunimos con nuestro líder, temprano, para estar listas para la batalla que nos espera.

Querida, sin falta, debes estar lista, para estar alerta. Debes estar lista, levantarte de madrugada, y reunirte con El.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

6 de Mayo

“Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.” (Mt. 6:34).

Querida, tantos se llenan de ansiedad mientras esperan. Especialmente nos preocupamos cuando nos enfrentamos con una prueba. El nos dice que nada nos perturbe, sino que en todo, en oración y súplicas en acción de gracias, llevemos nuestras peticiones a El.

¿Has orado, has buscado Su ayuda para tu situación presente? ¿No para tu futura situación, si no para la presente, este mismo día? El ha dicho que no nos preocupemos por el día de mañana y que también olvidemos el pasado. Es hoy cuando debes buscarlo a El.

Querida, deja el pasado atrás y no te preocupes por mañana. El Señor nos ha regalado el día de hoy. ¡El nos dice que nos regocijemos hoy, y nos regocijemos nuevamente!

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

7 de Mayo

“Al día siguiente, Abraham se levantó de madrugada, tomó un pan y un odre de agua, y se los dio a Agar, poniéndoselos sobre el hombro. Luego le entregó a su hijo y la despidió. Agar partió y anduvo errante por el desierto de Berseba.” (Gen. 21:14).

Querida, fue temprano, de madrugada, cuando Abraham obedeció al Señor y despidió a la otra mujer. Sara ya no volvió a mirarla a ella ni a su hijo. Dios, en Su misericordia- Dios, quien recompensa la obediencia – le habló a Abraham y le dijo que “escuchara” la voz de su esposa.

Era el deseo de su esposa no tener que soportar la burla que causaba la presencia de la otra mujer. Y así, se levantó de madrugada y la despidió.

Querida, ¿estás caminando en tal obediencia, que Dios ha separado un tiempo para hablarle a aquellos con autoridad en tu vida? Dios hizo esto por mí (y por muchas otras) que se enamoraron del Señor y comprobaron su amor a través de obediencia a El. ¿Dónde te encuentras en la restauración de tu vida? ¿Es el Señor tu amante? ¿Es El lo único en lo que puedes pensar?

¿Te alimentas de Su Palabra como cartas de amor? ¿Estás caminando en obediencia desinteresada, que ha comprobado tu amor por El? Y este caminar de intimidad, ¿te ha transformado a Su imagen para que otros, especialmente tus seres queridos, sienten atracción hacia el Señor a través de ti?

Querida, levántate temprano y encuéntrate con tu Amante.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

8 de Mayo

“Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno. También cortó leña para el holocausto y, junto con dos de sus criados y su hijo Isaac, se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado”. (Gen. 22:3).

Querida, no hubo retrazo en el deseo de Abraham de caminar en obediencia, aún cuando enfrentaba una increíble y dolorosa orden, que el hijo prometido, todo su futuro, debiera ser sacrificado en el altar – una promesa de muerte. Pero Abraham conocía el amor de Dios, y, él había sido entrenado en obediencia. Con dolor en su corazón, tratando desesperadamente de encontrar esperanza en todo esto, fue capaz de levantarse de madrugada, llevar lo que necesitaba, e ir a donde el Señor lo enviaba.

Querida, ¿es tu obediencia como la de Abraham? ¿Escuchas y obedeces, levantándote temprano para hacer lo que el Señor te ha pedido? ¿O ni siquiera puedes hacer las cosas pequeñitas que te pide? ¿Vives tu vida ignorando hacer los pequeños trabajos que El ha grabado en tu corazón a hacer? ¿Todavía caminas donde tú quieres caminar, haces lo que tú quieres hacer, dices lo que tú quieres decir, ignorando a reconecer que tú eres Su sirvienta, que El es tu Señor?

Querida, no estarás lista para la enorme prueba que encontrarás frente a ti si no puedes sobrellevar las pequeñas pruebas, ya que constantemente las ignoras. Busca al Señor esta mañana, Pídele que te muestre las cosas que has ignorado hacer; escríbelas y hazlas. Entonces estarás lista para la prueba más grande de obediencia y recibirás la bendición de tu promesa.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

9 de Mayo

“Habló Dios, y se desató un fuerte viento que tanto encrespó las ols”. (Salmo 107:25).

Querida, es el Señor quien levanta los fuertes vientos que soplan contra nosotros. Cuando continuamente escogemos ver que vienen del enemigo, respondemos de manera débil. Es la mano soberana de Dios que causa esa incomodidad para que aprendamos a depender de El. Nos ayuda a tocar fondo en la tierra de nuestras almas para extender nuestras raíces en El. Ayuda a soplar y llevarse las hojas y los malos frutos para disminuir el peso de nuestras ramas y así permitir nuevo crecimiento.

Querida, alabemos al Señor por el viento, especialmente el viento fuerte, que sopla contra nosotros. ¿Puedes compartir la alabanza de mi corazón hacia Señor por los vientos de la tormenta que derrumbaron mi casa, que me reveló dónde había sido construída mi casa? Solamente fue posible porque el Señor permitió que mi casa se derrumbara para yo poder decidirme a reconstruirla en la roca de Jesucristo, mi Salvador.

Estemos alerta de las tormentas que continuarán viniendo con mucha expectativa en vez de mirarlas con disgusto, ya que sabemos Quien las permitió y que El las envió para perfeccionarnos.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

10 de Mayo

“A la mañana siguiente se levantaron muy temprano, e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidió, y ellos se fueron en calidad de amigos.” (Gen. 26:31).

Querida, Isaac recibió una bendición este día por la obediencia a su padre, Abraham. Los enemigos que aplastaron a Abraham no enfrentaron a su hijo. Pero Dios le dijo a Isaac, “No temas, porque yo estoy contigo. Te bedeciré, y multiplicaré tu descendencia, por amor a Mi siervo Abraham,” (Gen. 26:24). ¡Qué increíble y poderoso Dios servimos! El es fiel en bendecir a nuestros hijos, y a aquellos que viven a nuestro alrededor, por amor a nosotros cuando mostramos nuestra fidelidad y devoción a El.

Querida, en nuestro mundo hoy día nos burlamos de nuestra herencia, hacemos bromas sobre cómo gastaremos la herencia que se supone que le dejemos a nuestros hijos. Pero más que herencia material, ¿qué decimos de la herencia espiritual que debemos “construir” para nuestros hijos y aquellos a quienes queremos? ¿Los bendecirá Dios por amor a nosotros? Oh, Querida, ¿acaso el amor a otros nos formará en nuetra búsqueda de restauración familiar? ¿Podremos algún día mirarlos y no desear hacer por ellos todo lo que podamos? ¿Continuaremos nadando en egoísmos y decadencia propia sin luchar por ellos y su futuro? Lo que hagamos hoy se lo pasaremos a nuestros hijos y a otros. ¿Tus seres queridos podrán encontrar agua en su pozo vacío, por amor a Su siervo, tú?

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

11 de Mayo

“Que subían a los cielos y bajaban al abismo. Ante el peligro, ellos perdieron el coraje”. (Salmo 107:26).

Querida, ¿la tormenta que el Señor ha levantado en tu vida te tiene en miseria? ¿Se está derritiendo tu alma? Oh qué difícil es nuestra naturaleza humana, de confiar en Dios, de no temerle, de tomarlo por Su Palabra. Regocijémonos, ya que a través de nuestra debilidad, El nos hace fuerte. El nos está estirando y madurando para que podamos ser más como El. Cuando podemos descansar durante la tormenta que sopla en nuestras vidas, entonces El dirá, “Entra a Mi descanso.”

Querida, si te encuentras en medio de la tormenta, no trates de controlar tu barco, sino déjate mecer por las olas. Suelta el control y permite que Dios te envíe a Su marea. Dios mira dónde estás y a dónde vas. El no permitirá que naufragues después de que confíes en El y no en tu propia fuerza ni entendimiento. Querida, aprende a relajarte en tu dolor, y, en éste encontrarás cómo disminuye enormemente el sufrimiento.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

12 de Mayo

“A la mañana siguiente Jacob se levantó temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la erigió como una estela y derramó aceite sobre ella. En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel, Luego Jacob hizo esta promesa: “Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, y si me da alimento y ropa para vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.’’ (Gen. 28:18–21).

Querida, ¿has creado un monumento conmemorativo en tu mente, en tu corazón, que solamente eres devota al Señor? Después de que el Señor se encuentre contigo y te dé una palabra especial, o un versículo en especial, ¿lo pones en un lugar para recordarlo? Estos momentos no debes dejarlos para después, ni razonarlo. Son preciados, y muchas veces son vitales para continuar, para no darte por vencida.

Escríbelo en tu corazón, en tu Biblia. Muéstrale al Señor que te sostienes de Su Palabra, de El. Y cuando dudes o tengas preguntas en tu mente, o si alguien duda lo que tú crees, tendrás en tu corazón la fe para continuar.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

13 de Mayo

“Como ebrios tropezaban, se tambaleaban; de nada les valía toda su pericia.” (Salmo 107:27).

Querida, ¿has llegado a tu final? ¿Has llegado al punto donde no sabes en cuál esquina doblarás o qué más puedes hacer? ¡Entonces, regocíjate! Este lugar al que has llegado es el lugar que el Señor ha predestinado para ti. Es el lugar por el que todos debemos pasar para recibir Sus órdenes para nuestras vidas. Cuando podemos llegar al lugar en el cual no podremos “ir a donde nosotros querramos,” sino que diremos con sinceridad, “Que se haga Tu voluntad,” entonces empezaremos a ver el plan de Dios desarrollarse.

Querida, es en este lugar que muchos se dan por vencidos y toman control, toman de vuelta lo que ya entregaron, se equivocan ellos cuando piensan que Dios ha cometido un error y no pueden confiar en El. ¡Oh, no, eso no es possible! Tampoco es una señal de Dios de que El quiera que “te ayudes a ti misma”. Dios quiere y anhela que “dependamos de El” – no en nuestro propio entendimiento. Esas son Sus Palabras y Su corazón. Nuestro propio orgullo tiene la audacia de siquiera pensar que el Creador del universo es incapaz de manejar nuestra situación. Es solamente Su paciencia la que espera “que nada perezca” que causa nuestro lento progreso.

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

14 de Mayo

“El Señor le dijo a Moisés: “Mañana vas a madrugar. Le saldrás al paso al faraón cuando baje al río, y le advertirás: ‘Así dice el Señor: Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.’’ (Exodo 8:20).

Querida, ¿estás lista para presentarte frente a tu enemigo? Muchas veces emprendemos nuestro día sin prepararnos para el día cuando Dios nos llame. El día vendrá cuando las pruebas estarán frente a ti, lista para conquistar o desfallecer; ¿cuál será?

No dejes pasar un día ni un momento sin prepararte con humildad para lidear con alguien, humillándote cuando algo injusto es juzgado en contra tuya, en anhelarlo cuando tengas tiempo de encontrarte con el Señor pero fallas en hacerlo. El Señor dijo que fueras temprano. ¿Estás lista? Si El te dijera “Ve ahora,” ¿ordenarías tu vida, tu espíritu, y tu casa? Querida, si tu respuesta es “no” a cualquiera de estas preguntas, sé diligente y hazlo pronto. Y luego, continúa haciéndolo fielmente para que estés lista cuando tu Dueño te llame a encontrarse contigo cara a cara.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

15 de Mayo

“En su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de su aflicción.” (Salmo 107:28).

Querida, ¿has clamado al Señor? A lo mejor has llorado, “¡Por favor, Señor, trae a mi amor de vuelta a casa!” y tu amor todavía no regresa. Pero restaurar una vida es una jornada progresiva. Aquellos quienes estaban en el barco no tenían su destino hecho mágicamente o con algo sobrenatural, si no que fueron sacados de su agonía cuando clamaron al Señor. ¿Has clamado al Señor, especialmente durante esta tormenta en particular? Dios quiere que cada tormenta sea una señal para ti para que lo llames, que clames a El para que El se pueda mostrar fuerte de parte tuya. Entonces, en medio de esto, tú Lo conocerás más intimamente - ¡Gloria a Dios!

Querida, nunca olvides de clamar a El cada vez que veas los vientos fuertes que comienzan a soplar; nunca olvides buscarlo a El cuando los mares de la vida, especialmente durante el curso que has escogido caminar, están llenos de tempestades.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

16 de Mayo

“El Señor le ordenó a Moisés madrugar al día siguiente, y salirle al paso al faraón para advertirle: “Así dice el Señor y Dios de los hebreos: “Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.” (Exodo 9:13).

Querida, ¿están las palabras del Señor presentes en tus labios? ¿Has devorado Su Palabra insaciablemente como alguien quien literalmente se está muriendo de hambre? ¿Te has sentado en la presencia del Señor, tanto así que Su ser y propósito descansan en ti? ¿Has sido fiel en alabarle en todo momento, en las buenas y en las malas? ¿Has permanecido en la fe una y otra vez, para así agradarle a Dios?

Querida, tienes que estar lista para dar una palabra de aliento a aquellos que cruzan tu camino. Permite que la humildad, la gentiliza, la bondad, y el amor sean lo que constantemente salga de tus labios. El enojo debe desaparecer; de no ser así, entonces pídele al Señor que te rompa en pedazos. Ya que El fielmente ha dicho que El nunca rechazará al que está deshecho y contrito de espíritu. Estar deshecho es la única manera de recibirlo. Porque es en el enmendar que tú llegas a conocerlo íntimamente.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

17 de Mayo

“Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar.” (Salmo 107:29).

Oh, Querida, ¿quién es este a quien amamos y alabamos, que hasta el mar le obedece? Las maravillas de Dios – Su poder, Su dominio – es dejado al olvido muchas veces. ¿Cómo podemos dudar lo que El puede hacer? ¿Acaso hay algo muy difícil para Dios? ¡Qué tontos somos! ¡Oh, nosotros somos de poca fe! ¿Cómo es que dudamos?

Querida, clama al Señor y El calmará las tormentas. Aunque el mar de tu circunstancia continue rugiendo, tú estarás calmada en tu espíritu para que puedas acostarte a dormir tal y como Jesús hizo, justo en medio de la tormenta.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

18 de Mayo

“Moisés puso entonces por escrito lo que el Señor había dicho. A la mañana siguiente, madrugó y levantó un altar al pie del monte, y en representación de las doce tribus de Israel consagró doce piedras.” (Exodo 24:4).

Querida, ¿el Señor te ha visitado alguna vez en la noche con una palabra de ánimo? Nunca dejes de escribirlo. Escribe todas las palabras que te ha dicho. Como un ladrón, el enemigo tratará de nublar tus pensamientos el siguiente día; por lo tanto, permanece sobria. Ten fé. No desees el descanso más que el desearlo a El y a Su Palabra. Habrán días más allá, cuando la guerra termine, cuando el tiempo no sea tan desesperado. Por ahora, tienes que estar lista, estate dispuesta para seguir adelante aunque signifique perder descanso.

Entonces, Querida, después de que la noche le dé paso al sol mañanero, despierta temprano y ve antes Dios con la alabanza y acción de gracias que El merece. Permítele el honor que se le debe. Canta alabanzas. Levanta manos santas; levanta una voz que le canta a El, pues El ha sido fiel, de nuevo, para reunirse contigo y cumplir los deseos de tu corazón.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

19 de Mayo

“Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado.” (Salmo 107:30).

Querida, qué maravillosas son estas palabras para nosotras. ¡Cuando se acaben las tormentas, El nos guiará a nuestro paraíso deseado! Quizás estemos confundidas o perdidas, pero el Señor nos guiará con fé, El personalmente, a nuestro deseo. Querida, sujétate de esta promesa, recuerda Su Palabra para tí. Y entonces, ¡alégrate!

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

20 de Mayo

“En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se entregó al desenfreno.” (Exodo 32:6).

Querida, qué triste este versículo. Cuando los dejan solos, aquellos quienes han sido sacados de la esclavitud, fuera de las manos de su capataz, han regresado a la misma maldad y pecado. Oh, Querida, que nunca sea así contigo. ¿El Señor no te ha salvado de un pecado, o de muchos pecados, que tan fácilmente te rodean? ¿Has sido fiel en alejarte de las tentaciones de ellos, de cambiar esa maldad y en vez hacer el bien? O, ¿te has resbalado de la fuerte convicción de ese pecado y estás manifestando tu debilidad? Querida, solamente el honrado será salvado.

Querida, ¿tienes todavía algún pecado en el cual necesitas la búsqueda de Dios? Solamente necesitas pedir, y El lo hará. Desvíate de ese pecado y busca a Dios. El te salvará. Pero debes pedirlo.

¡Entonces alcen sus manos santas y alaben a Dios en el santuario!

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

21 de Mayo

¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! (Salmo 107:31).

Querida, ¿has tomado tiempo hoy para agradecerle al Señor por Su amor? ¿Has tomado tiempo hoy para agradecerle al Señor Sus maravillas? ¿Lo has hecho en privado o lo has demostrado a aquellos que te conocen? Oh, Querida, Dios está esperando mostrarse a otros, a aquellos quienes no le conocen, aquellos que a lo mejor dudan de Su existencia. Debemos ser Sus embajadores. ¿Has hablado sobre El hoy? ¿Ayer? ¿Diariamente? ¿Canta tu corazón? ¿Se alegra con sólo pensar en Su amor? Con toda esta alabanza en tus labios y tanto gozo en tu corazón, ¿podrá alguien resistirse a acercarse a conocerle?

Querida, si por casualidad ha decaído tu tolerancia, si has permitido que el pesimismo domine tus pensamientos sobre tu Libertador, entonces te exhorto a que te arrepientas. Póstrate con el rostro en el suelo y clama de lo más profundo de tu corazón. Luego comienza a pensar en todo lo que Dios ha hecho y está haciendo en tu vida. ¿Has sido fiel en hacer una lista de todas las oraciones que se han cumplido, todas las cosas maravillosas y espectaculares que Dios ha hecho por ti y a través de ti? Esta es una lista personal de apoyo. Es una lista de verdades para cuando el enemigo o tu carne te murmuren al oído y te hagan dudar. Si esa lista no existe, entonces hazla ahora y pídele a Dios que te recuerde de todo aquello que El ha hecho. El será fiel.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

22 de Mayo

“Moisés labró dos tablas de piedra semejantes a las primeras, y muy de mañana subió con ellas al monte Sinaí, como se lo había ordenado el Señor.” (Exodo 34:4).

Querida, siempre vemos como los hombres de valor son fieles en hacer lo que el Señor les ha llamado a hacer, y hacerlo muy de mañana. Nunca miramos que titubeen o se detengan en su obediencia. No le muestran al Señor obediencia retrazada, sino obedencia al instante. Es cuando

nos detenemos que comenzamos a razonar; y cuando nos apoyamos en nuestro propio entendimiento, desobedecemos a nuestro Señor y Dueño.

Querida, es una puerta muy angosta por la que debemos entrar, y un camino muy angosto el que debemos caminar. Debemos tomarlo con una dependencia y obediencia total al Señor. Debemos escuchar y luego obedecer inmediatamente. Debemos sincronizar nuestros oídos a escuchar esa miníscula voz. Escucha la voz del Señor, y obedece Sus mandamientos hoy.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

23 de Mayo

“¡Que lo exalten en la asamblea del pueblo! ¡Que lo alaben en el consejo de los ancianos!” (Salmo 107:32).

Querida, ¿has exaltado, pagado tributo a tu Rey? ¿Has honrado, alabado, aclamado, exaltado, exclamado, y glorificado a Dios quien es digno? ¿Lo has adorado y engrandecido? Querida, ¡El es digno de nuestra alabanza! Pero hay algunos que hasta se olvidan de darle las gracias. Se quedan callados en medio de otros creyentes. ¡Hasta se olvidan de enviar su reporte de alabanza a aquellos que fielmente han orado por su situación sin esperanza! Qué triste, qué trágico – cómo podemos estar tan llenos de pesimismos mirando solamente lo negativo e ignorando mencionar las bendiciones.  

Querida, ¿no hemos escuchado que si El es alzado todos los hombres se acercarían a El? En cambio alzamos nuestros problemas frente todo el mundo para que los miren y de esta manera nuestro Salvador no tiene lugar para pararse más arriba de la gente. ¡Deben mirar Su gloria! Hoy no te olvides de regresar y compartir lo que el Señor ha hecho por ti. Háblale a todos los que han orado por ti. Háblale a los ancianos, especialmente a aquellos que dudan de la capacidad de Dios. Puede que no hayas recibido todas las promesas que has confiado a Dios, pero hay mucho que El sí está haciendo en tu vida que muestra Su grandeza. Entonces, Dios sabrá que puede contestar tus peticiones porque le has construido un pilar alto en el cual pondrá tu milagro.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

24 de Mayo

“Al día siguiente, Josué se levantó temprano, y los sacerdotes cargaron el arca del Señor”. (Josué 6:12).

Querida, cuando comienzas tu día, asegúrate que el Señor te acompaña. Fue cuando tomaron la presencia del Señor con ellos que tuvieron la confianza de tomar la ciudad. Ellos no esperaron, sino que se levantaron temprano. ¿Cuántas veces fallaste en moverte cuando el Señor te pidió que te humillaras o dijeras una palabra de aliento en su momento? Querida, no pierdas tiempo en obedecer, debes hacerlo con humildad.

Querida, ¿estás quebrantada, humilde de espíritu? Dios nos dice que El no rechazará un corazón humilde y contrito. Puedes conocer tu corazón por tu reacción en la adversidad que te toma por sorpresa. ¿Acaso hay enojo, lleno de resentimiento, en tus emociones? Entonces, Querida, debes pedirle al Señor que te quebrante; hazlo ahora y El será fiel en contestar tus oraciones.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

25 de Mayo

“Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer.” (Heb. 5:8).

Querida, no hay otra manera. La única manera en que realmente seremos refinados es a través de nuestro sufrimiento. Oh, cómo el dolor de ese sufrimiento nos hace detenernos. Sin embargo, si podemos entrar, en vez de salir corriendo del dolor, podremos sentir la palpitación del corazón de nuestro Señor quien “conoce el sufrimiento.” Los que están en el mundo se alejan del dolor o hacen lo más que pueden por adormecerlo con drogas, alcohol, relaciones ilícitas, o entretención. Pero, Querida, realmente lo anulamos a través de una relación muy especial, una relación con nuestro Amor, nuestro Señor y Redentor.

Querida, no hay otra manera para aprender obediencia. Debemos sufrir para realmente aprender a obedecerle a El con nuestro corazón, para así decir honestamente, “No mi voluntad, si no la Tuya.”  

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

26 de Mayo

“El séptimo día, a la salida del sol, se levantaron y marcharon alrededor de la ciudad tal como lo habían hecho los días anteriores, sólo que en ese día repitieron la marcha siete veces.” (Josué 6:15).

Querida, ¿has sido fiel en permanecer en silencio? ¿Para fielmente caminar alrededor de tu pared prometida, que te ha sido robada? Querida, si has descuidado permanecer callada, no abriendo tu boca cuando te llevaban al matadero, entonces debes arrepentirte con tu rostro frente al Señor. El caminó fielmente este humilde camino para ser nuestro ejemplo. Podemos seguir Sus pasos. ¿Acaso el orgullo no te ha permitido seguir Sus pasos? Ya que no hay otro que no sea orgullo el que nos hace creer que no merecemos ese maltrato que hemos estado recibiendo.

Oh Querida, ¿quién más merece ser exaltado que nuestro Señor, ser tratado con honor? Pero El fue humillado, lo trataron como blasfemo, lo escupieron, latigaron, y crucificaron en una cruz para que todo el mundo lo viera. Y nosotras nos quejamos. Postrémonos con nuestro rostro en el suelo y arrepintámonos del orgullo que nos llevó a contarle a otros nuestras penas.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

27 de Mayo

“Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.” (Fil. 1:6).

Querida, a través de nuestro sufrimiento el Señor ha prometido perfeccionarnos. El ha comenzado esa “buena obra” en nosotros y a través de nosotros, y El ha prometido completarla. ¿Cuántas veces nos hemos dado por vencidas en nuestros pensamientos? Aún así, con este versículo en nuestras mentes, podemos ver que si no luchamos en esta prueba, Dios fielmente permitirá otra prueba para que nuestro sufrimiento nos pueda perfeccionar.

Querida, El quiere que nosotros seamos perfectos, sin que nos falte nada, cuando nos traigan a Su Gloria, en ese tiempo podremos verlo cara a cara. Oh, ¡cómo estas “leves aflicciones” no serán comparadas con la gloria que nos espera! ¿Cuántas de nosotras hemos dado a luz a un bebé y al mirar la cara del recién nacido puede recordar claramente el dolor que sufrimos hace unos minutos antes? Mantengamos nuestros ojos en Jesús, el Autor y Completador de nuestra fe.

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

28 de Mayo

“Al día siguiente, muy de madrugada, Josué mandó llamar, una por una, las tribus de Israel; y la suerte cayó sobre Judá.… Entonces Josué lo interpeló: —Hijo mío, honra y alaba al Señor, Dios de Israel. Cuéntame lo que has hecho. ¡No me ocultes nada!’” (Josué 7:16, 19).

Querida, cuando pierdes las batallas que libran la guerra contra ti, entonces debes buscar el pecado en tu vida. Dios nos guía fielmente a la victoria. El nos promete que el poder en nosotros es más fuerte que el del adversario de este mundo, que podemos conquistar el mal con el bien que hacemos. Aún así, Querida, cuando hay pecado en nuestra vida, perderemos. Dios es un Dios Santo y El es justo. Cuando hay pecado, no caminamos en Su poder; no podemos.

Querida, examina tu corazón. ¿Qué está escondido allá adentro que has ignorado? ¿Qué no has hecho? Busca a Dios esta mañana y, una vez El le hable a tu corazón, una vez te traiga en mente las cosas que no has hecho, escríbelas y comprométete a hacerlas. Solamente así verás las victorias que te llevarán a la restauración de tu vida.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

29 de Mayo

“No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre.” (Fil. 4:11).

Querida, aguí estaba Pablo, quien conocía el sufrimiento. Había sido rechazado, olvidado, apedreado, naufragado, y le esperaban otras pruebas. Sin embargo nos dice que no desea nada. El nos dice que ha aprendido, a través de sus muchas pruebas, él ha aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que se encuentre. ¿No es esta la razón por la cual el Señor ha permitido esta prueba en tu vida? ¿Te estás agarrando en esta prueba, pero te pudieras caer si viene otra? ¿Acaso es porque te estás agarrando de la amargura?

Querida, ¿no podría estar Pablo igualmente amargado? Había dejado su posición para propagar el evangelio y el resultado fue sufrimiento. ¿No nos dijo Jesús que sufriríamos? ¿No nos dijo que recogiéramos nuestra cruz? La cruz es un símbolo de sufrimiento, de morir a mí mismo. Sin embargo, nos quejamos y lloramos y decimos, “¡¿Por qué yo?!” Oremos para que aprendamos a contentarnos en cada circunstancia en que nos encontremos.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

30 de Mayo

“Entonces ustedes saldrán de su escondite y se apoderarán de Hai. El Señor les dará la victoria….Muy de mañana se levantó Josué, pasó revista al ejército y, junto con los jefes de Israel, se puso en marcha hacia Hai.” (Josué 8:7–10).

Querida, ya cuando el pecado esté fuera de tu vida, prepárate. Pues cuando se cumple en obediencia, el Señor te llamará temprano y El te entregará en las manos al enemigo - ¡aleluya! Dios quiere moverse en tu vida. Dios quiere bendecirte y restaurar tu vida. El tiene una fecha en Su calendario – ¿estarás lista o te pasará El por el lado? Sí, El puede pasarte por el lado. Dios dice que ores, “Hágace tu voluntad.” Si siempre se cumpliera la voluntad de Dios sin orar, entonces El no nos hubiera pedido que oráramos. El continúa diciendo, “Y no nos dejes caer en tentación, y líbranos…” Querida, vas a enfrentar muchas tentaciones en tu deseo de restaurar lo que el enemigo ha tomado – tentaciones que van contra Sus principios, por hacer una excepción “solamente esta vez”; o ser engañado por el “angel de la luz” para pelear en la carne en vez del espíritu, en vez de en tus rodillas orando.

Querida, cuando El te llame para que te apoderes de la ciudad, ¿impedirá tu pecado o desobediencia alcanzar tu victoria?

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

31 de Mayo

“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.” (2 Cor. 1:3-4).

Querida, cuando estamos enfocadas en nuestro propio dolor y tormento, es tan fácil concentrarnos internamente. Sin embargo, cuando nos enfocamos en nosotras mismas nos cegamos hacia esos quienes sufren alrededor nuestro. ¿No somos los benditos quienes conocemos a Dios y Su consuelo, El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos salvó siendo todavía pecadores? ¿Somos los que conocemos personalmente el Dios de todo Consuelo, el Padre de misericordia que se renuevan diariamente? Con este consuelo que hemos recibido en nuestra aflicción, debemos ir a consolar a otros. Pero, nos tocará velar y buscar esas pobres almas que sufren, y sufren solas.

Querida, ¿cuándo fue la última vez que buscaste consolar a otro? ¿Cuándo fue la última vez que le has mirado a la cara a esos que pudieran ser impacientes contigo y ver el dolor que existe detrás de esa actitud? ¿Y podemos olvidar que si no conocen a Dios, que están solos en su sufrimiento? Ellos no tienen a nadie que les haya prometido que nunca los “dejará o abandorará.”

Querida, ahora mismo pídele al Señor que te dé Sus ojos para ver en el corazón de los que sufren. Y entonces, consuela con una palabra bondadosa, una promesa de orar por ellos, o una suave caricia. Y entonces, mi Querida, observa cómo el Señor rellena tu corazón con nuevas misericordias para que puedas consolar a más almas heridas mañana.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33