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Mi querido retoño
Devocional para niños y adolescentes
el niño no sanado que hay en ti.

1 de Junio

“Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios!” (1 Pedro 4:17).

Querida, Dios hace la limpieza de Su propia casa. El es fiel refinando y reprendiéndonos porque somos Sus hijas. Y si somos hijas, entonces somos herederas – herederas de todas Sus riquezas, todo Su poder, toda Su eternidad. Entonces, ¿qué podemos esperar mientras somos refinados? ¿Qué le pedirías a tu Padre celestial que haga en ti? Comienza con la casa de Dios. Pero, una vez más nos recuerda que muchos otros no tienen esa suerte. ¿Cuál será el final de aquellos que no obedecen o aceptan el evangelio?

Querida, la única manera de continuar hacia adelante es mirando la pobreza de aquellos que no conocen a Dios. Oh, sí, nosotros sufrimos pero nunca estamos solos, nunca sin esperanza, nunca sin futuro. ¡Debemos regocijarnos! ¡Regocíjate siempre!! ¡Y una vez más, regocíjate!!

Hoy busca a los que sufren y que están perdidos. Toma y acepta la disciplina del Señor que comprueba que eres una de Sus hijas.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

2 de Junio

“En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.” (1 Pedro 3:8-9).

Querida, es Su intención que todo el mal que te acecha es para que tomes parte de Su herencia. Desafortunadamente, no miramos la maldad y los insultos en este preciado paquete. Nos ofendemos o herimos, nunca mirando a Aquel quien tiene las bendiciones, la mano que está cicatrizada por un clavo que fue atravesado por ella. En vez de devolver el mal y los insultos que El recibió, en vez de llamar “en un instante” a una legion de ángeles, Jesús se abandonó en la cruz y heredó una bendición para nosotros, la vida eterna.

Querida, ¿te abandonarás en tu cruz? ¿Abrirás tus brazos a todo lo ancho y morirás a ti misma? ¿Lo harás por aquellos a quienes amas, siendo todavía pecadores? ¿Tienes el gran amor, el amor que se entrega por la vida y futuro de un amigo?

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

3 de Junio

“En verdad, consideramos dichosos a los que perseveraron. Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job, y han visto lo que al final le dio el Señor. Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso.” (Santiago 5:11).

Querida, ¿consideras a los dichosos que han perseverado? Todos lo hacemos. Después de que se completa la resistencia, cuando vemos después lo que el Señor tuvo que tratar con ellos, los contamos como bendecidos. Pero ¿consideras tu gran sufrimiento como una bendición? ¿Puedes ver que cuando esté completo otros serán motivados por tu testimonio? ¿Qué demostrarás a otros, que el Señor está lleno de compasión, que El es misericordioso? Pero muchos no lo toleran. Muchos se dan por vencidos. Muchos caen y se alejan de la verdad. Muchos se dejan llevar por las preocupaciones del mundo o por el pecado de la carne.

Querida, nuestro perdido, denigrante y sufrido mundo nunca conocerá la compasión y misericordia de Dios a menos que nosotros le permitamos verlo en nuestra vida. Debemos morir a nosotros y tomar la cruz que está tirada a nuestros pies. Debemos buscar Su cara a diario y descansar en Su misericordia cada mañana. Debemos decir – “Aquí estoy, envíame a mí”.

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

4 de Junio

“En efecto, nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad.” (Heb. 12:10).

Querida, es a través de esta severa y dolorosa disciplina que podremos compartir Su santidad. No podremos obtenerla de ninguna otra forma. Muchos han tratado, pero nadie ha conseguido entrar en Su santidad sin sufrir por poco tiempo, lo que El piensa que es mejor. ¿Quién puede conocer la mente de Dios? ¿Quienes somos que nos hemos convertido en Sus consejeros? ¿Cómo podremos dudar de Su amor por nosotros? Dios envió a Su Hijo, y Jesús tomó la vergüenza y se hizo pecado por nosotros. ¿Podremos alguna vez dudar de Su amor o Sus razones por las que seguimos sufriendo, seguimos esperando por Su redención en nuestras circunstancias? ¿Dudaremos mientras las tormentas rugen que El no podría en cualquier momento decir a los mares “quédense quietos”?

Querida, este sufrimiento es por nuestro bien. Hemos visto a aquellos que sufren, que resisten hasta el final, aquellos que tienen un testimonio. Pero no estuvimos allí durante los muchos años de sufrimiento. No conocemos las noches que pasaron llorando, gimiendo y orando. Solo vemos las misericordias de Dios. ¿Ves a otros que sufren y comparas tu sufrimiento con ellos para darte cuenta de que el tuyo es más grande? ¿Minimizas a alguien que ha resistido, pensando que el sufrimiento tuyo o tus circunstancias son peores? Querida, el significado de la palabra resistencia es tener la mente de Cristo. Y nuestro Señor dice que a El le importa nuestro dolor, que El intercede por nosotros. Su mente para nosotros es que El proteje a Sus hijos. ¿Podemos hacer menos?

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

5 de Junio

“Por lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.” (Heb. 4:14).

Querida, lleva a cabo rápidamente las confesiones de tus labios. No olvidemos que nuestro Jesús, hijo del Altísimo, pasó por los cielos. El es ahora nuestro Sumo Sacerdote. El está ahí, intercediendo por nosotros. Cómo nos tienta el diablo para que dejemos nuestras confesiones. ¡Para hacernos creer que el Señor no contestará nuestras oraciones, que no es Su voluntad de que el Espíritu esté morando en nuestros corazones! Mentiras. No son más que mentiras. Todavía, si le damos entrada, entonces esas mentiras comenzarán a ponernos dudas sobre nuestra Fe. Entonces empezamos a sentirnos inseguras. El enemigo sabe que de esa forma no podemos esperar nada de Dios. Ese era su propósito.

Aún así, Querida, no podemos ser pobres en nuestra confesión y deslizarnos en arrogancia espiritual. No podemos enfocar nuestro caminar en una batalla entre el enemigo y nosotros. Es ahí cuando muchos caen. ¡Muchos adoptan una posición de arrogancia que nos pone en oposición al único que puede salvarnos! ¿No fueron los jóvenes que creyeron que Dios los liberaría del horno ardiente que hablaron humildemente diciendo “y aunque El no lo haga ….”? Fue Pablo quien habló con humildad, “Si Dios quiere” – un hombre que supo la voluntad de Dios y entendió que tenía que escribir la gran Mayoría del Nuevo Testamento. Sí, tenemos confianza en El, sin embargo, en humildad de nuestra caída naturaleza humana y nuestra total dependencia y necesidad de nuestro Salvador, debemos confesarlo.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

6 de Junio

“—Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.” (Marcos 10:27).

Querida, tu situación es imposible. Sin Dios, apartada de El, no puedes hacer nada que cambie la marea, que cambie el corazón, sálvate tú misma de tu situación o el destino que tienes en frente. ¡Pero no con Dios!! ¡Porque para nosotros todo es posible con Dios, cuando estamos con El!!

Querida, ¿estás con Dios? ¿Caminas diariamente con El? ¿Es El tu guía, o tienes otro guía? Querida, debes refugiarte en El. Debes estar con El. Si no irradias con el amor de Dios, que viene de una relación profunda e íntima caminando con El, ¿cómo puedes cambiar el corazón de los que te rodean?

Querida, regocíjate con Dios. Ve con Su plan; mira tu situación como El la ve. El no está distraído. El no está confundido. El no se sienta y se preocupa. Y es nuestra Fe en El la que nos libra de todo lo que nos apena. ¡Déjale tu situación a El, porque todas las cosas son posibles con Dios!

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

7 de Junio

“—Tengan fe en Dios —respondió Jesús—.” (Marcos 11:22).

Querida, ¿dónde está tu fe? ¿Está en lo que ves? ¿Está en tu fidelidad de seguir cuidadosamente los principios para la restauración? ¿Está en ser parte o estar alrededor de los que también buscan la restauración de sus vidas? ¿Está en una “palabra” que te fue dicha? ¿O estás en Dios?

Qué sencillo, “Tengan fe en Dios”.

El concepto va más allá de nuestro entendimiento. Sentimos que debería haber más. Pero ahí está. “Tengan fe en Dios”.

Querida, ésta es nuestra raíz. Esta es nuestra piedra angular. Esta es nuestra fundación, nuestra fe en Dios.

Esta mañana, no te apresures sin serciorarte primero que el fundamento de tu fe se encuentra en Dios. Habla con El desde lo más profundo de tu corazón y coloca esto en tu mente y corazón. Ten fe en Dios.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

8 de Junio

“Les aseguro que si alguno le dice a este monte: "Quítate de ahí y tírate al mar" , creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá.” (Marcos 11:23).

Querida, ¿estás viviendo en intuición de lo que va a suceder? ¿Vives en expectativa? O, tu corazón es un corazón lleno de miedo. –“¿Qué pasará hoy?” Querida, para mover una montaña, debemos vivir esperando que nuestras necesidades sean satisfechas. No, nosotros no tenemos el poder en nosotros mismos, pero sí en nuestra fe en El. Dios entonces dice que mientras esperamos, mirando, esperando, creyendo, nuestra montaña se moverá—¡se nos concederá!

¡Qué glorioso!! El único requisito para ver una montaña moverse hacia ese mar, para verla desaparecer para siempre, es nuestra fe en El. No deben haber dudas en nuestros corazones, sino que mejor deben estar llenos con fe pura y simple en Dios.

Querida, mira cuidadosamente hacia la montaña y mírala moverse hacia el mar. ¡Ahora no dudes que va a pasar, y sí, se te concederará!!

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

9 de Junio

“Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán”. (Marcos 11:24).

Querida, cree que has recibido lo que has pedido. ¿Está tu corazón estable, fijado en que lo que has pedido a Dios, El ya te lo ha dado? ¿Tu semblante refleja un corazón confiado en Dios? Querida, nuevamente es en fe que Dios dice que será el medio por el cual sus bendiciones serán manifestadas en la carne.

Querida, no debemos dejarnos caer o rehusar a orar por lo que estamos pidiendo. ¿Te apresuras tal vez a preguntar a otros que oren, pero fallas en orar por ti misma por tu petición? Nuestra vida de oración es el incienso frente al Señor.

¿Tu llama se ha apagado?

¿Has rechazado mantener los deseos de tu corazón frente a Aquel que puede conceder tus peticiones?

Cuando capturen en los cielos sufientes de tus lágrimas, entonces las lluvias de bendiciones vendrán. Nunca desperdicies tus lágrimas. Ellas pertenecen sólo al Señor. Porque El tiene ese frasco donde El las almacena.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

10 de Junio

“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados. Pero si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en el cielo les perdonará a ustedes sus pecados.” (Marcos 11: 25–26).

Querida, perdona. Oh, cuántos esperan, aún con expectativa, sin embargo fallan este importante principio – perdonar. Ellos ven el pecado de otros, pero están ciegos a sus propios pecados. O ellos miden su pecado como menos ofensivo para Dios. Oh, Querida, nuestros pecados, todos los pecados, nos separan de Dios. Un Dios sagrado no puede estar cerca del pecado. Y el pecado de orgullo y arrogancia es el más grande.

¿Has buscado el perdón de Dios, pero te rehusas a perdonar las faltas a los que te ofendieron?

Querida, ¿es fácil ver lo que los demás están haciendo mal? Entonces, mi Querida, no has perdonado. Porque sólo cuando verdaderamente vemos nuestro pecado, entonces nos volvemos ciegos a los pecados de los demás. Pero cuando hemos sido perdonados, porque nos vemos a nosotros mismos como los pecadores que somos y hemos recibido la misericordia de Dios, los pecados de otros son fácilmente perdonados. Porque el perdón del Padre nos da nuevos ojos y un corazón nuevo.

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

11 de Junio

“Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.” (Mal. 3:10).

Querida, ¿estás dando a Dios lo primero de todo? ¿Lo primero de tu día, lo primero en tu entrega, lo primero en tu corazón? Dios dice que esta promesa es tan segura que El nos pide que lo probemos y así veremos que El es fiel. ¡Qué asombrosa promesa! Este versículo literalmente dice, “Dame todo lo que tienes y Yo, Dios, te daré todo lo que tengo”. De todas maneras, fallamos de nuetra parte, y por eso no recibimos.

Querida, es en fe que nosotros damos. Damos nuestro corazón a los difíciles de amar, en fe, sabiendo que podemos ser rechazados. Todavía, siendo rechazados, El nos cubre con la paz que sobrepasa todo entendimiento. Damos al necesitado, esperando nada, pero El nos da todo. En los cielos hay bodegas llenas con todas las riquezas preciosas y placenteras. No todas ellas son materiales—hay muchas riquezas para el corazón. Dios está más que dispuesto de llenar de bendiciones toda tu vida, si tan sólo te entregas lo que tienes a otros. Suéltalo y deja a Dios bendecirte.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

12 de Junio

“Pero como no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda”. (Lucas 1:20).

Querida, somos tan ignorantes de las cosas y los trabajos de Dios. Si de verdad las conociéramos, nunca dudaríamos. Dios ha cumplido Sus promesas—ha escrito cosas en Su calendario, promesas que deberán ser cumplidas en un tiempo específico. De todas formas, nuestras palabras son el único peligro de que esas bendiciones se lleven a cabo. Es por eso que Zacarías no podía hablar. Si él dudo de Dios ahí frente al ángel, ¿cuánto más hubiese podido hablar en contra de la promesa de un hijo a su envejecida esposa Isabel cuando se fue del templo?

Querida, ¿Dios te ha dado alguna promesa? ¿La has declarado con fe? ¿La has compartido con aquellos que hablan en contra de ella? Querida, nuestras palabras de fe o maldición son poderosísimas. Somos templo del Espíritu Santo—¡el mismo Espíritu que estaba con Dios cuando El habló, no alardeando, sino que habló para que el mundo existiera! Dios conoce el poder de nuestras palabras para apresurar Sus promesas o para retrazarlas. Nuestro enemigo las conoce también. Es por eso que él nos provoca problemas o situaciones de lo que “aparenta” que será negada nuestra promesa, de esa forma hablamos en contra de nuestra promesa y cerramos la ventana del cielo y nuestro milagro nunca se realizará.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

13 de Junio  

“Yo estoy preocupado por ustedes, y los voy a proteger. Ustedes, los montes, volverán a ser sembrados y cultivados”. (Ezequiel 36:9).

Querida, oh, ¡qué doloroso es la cuchilla del arado!  En este problema has sentido cómo Dios ha traspasado através de la tierra dura en tu vida. Clama con dolor mientras El está arando hilera tras hilera. No sólo se ha endurecido esta área, sino que cada área de tu vida. Entonces, Querida, El no está haciendo esto sólo para dejar las cosas así, El tiene planes para esto—planes para cosas buenas, para un futuro. Una vez que cada esquina ha sido traspasada, entonces El plantará semillas para la cosecha, semillas de promesas que El plantará en tu corazón. Suaves aguas regarán lo que se ha plantado y, como en toda cosecha que produce mucho fruto, esperamos lluvia, lluvia, y más lluvia. Los problemas pueden vertir, pero todo es con la intención de regar lo que se ha plantado.

Entonces, Querida, muy pequeño es el diminuto verde brote que empieza a surgir justo ahí en la tierra: nueva vida—tierno, frágil, pero nuevo. Más lluvia, más sol y crece. Pronto habrá ramas en donde estaba la tierra dura. Pronto habrá una cosecha que ayudará a alimentar al hambriento, al desfallecido.

Permite que la cuchilla del arado levante la tierra dura de tu corazón. Da la bienvenida a la lluvia que continuará cambiando la tierra. No temas las tormentas que vengan. No menosprecies la diminuta semilla. Porque se dará pronto, si no desfalleces, recogerás una cosecha próspera.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

14 de Junio

“Yo estoy preocupado por ustedes, y los voy a proteger. Ustedes, los montes, volverán a ser sembrados y cultivados”. (Ezequiel 36:9).

Querida, cuando Dios te considera lo suficientemente preparado para cultivarte, para levantar tu tierra, El lo hace por ti. No debemos dudar nunca el amor de nuestro Padre, quien probó eso “mientras todavía éramos pecadores…” El no necesita demostrarse a sí mismo removiendo la cuchilla del arado ya que sin ella permaneceríamos en el mismo triste estado – duros, insignificantes. Pero gloria a Dios, ¡El es con nosotros! ¡Y El prometió hacer el trabajo El mismo! Oh, cómo miramos la cuchilla del arado como instrumento que nos duele tanto, maldiciendo el instrumento dejando de mirar Quien es el que la sostiene. Dios lo debe permitir; está en Sus manos. Qué y a quién utiliza fue escogido cuidadosamente y muy bien pensado antes de que te dieras cuenta que tu corazón necesitaba tal cirugía.

Querida, el Señor utilizará la cuchilla más filosa para cortar más adentro. Es ahí, escondido de tu vista, pero para siempre en la Suya, que la maldad de nuestro corazón debe ser purgada. “Sobre todas las cosas, el corazón es deshonesto, y extremadamente malvado: ¿quién puede conocerlo?” Dios dice que El lo hará por ti; por eso, si El está contigo, nadie puede estar en contra tuya. Dios utilizará los errores y malas intenciones para nuestro bien; esa es Su promesa para nosotros.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

15 de Junio

“Ahora sé que el salvará a su ungido, que le responderá desde su santo cielo y con su poder le dará grandes victorias”. (Salmo 20:6).

Querida, ¿realmente conoces que el Señor puede hacer todas las cosas? ¿Dudas de Su habilidad de detener cualquier situación, darle vuelta a cualquier circunstancia, volver el corazón de aquellos a quienes amas para que también te amen? ¿Será en el momento en el que El hará algo milagroso; tomará un milagro para que confies?

Querida, ¿menosprecias las pequeñas cosas que el Señor hace diariamente? Fue en esta mentalidad en la que los israelitas tomaron su decisión de morir en el desierto. Dios estaba buscando alabanzas en las cosas diminutas, la confianza que El tanto merece, para El poder bendecirlos y llevarlos a la tierra prometida. ¿Puedes tú? ¿Acaso dirás, sin duda ni incertidumbre, “Yo sé…”?

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

16 de Junio

“Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes”. (Job 42:2).

Querida, Dios tiene un propósito en todas las cosas. El no está tan interesado en nuestra comodidad como en nuestra conversión. Nos han dicho que vamos a sufrir, tal y como nuestro Salvador sufrió, para aprender obediencia. Algunos se aterran cuando un temido evento se acerca pronto, olvidándose que El tiene un propósito en mente que no puede impedirse.

¿Es Su propósito demostrarse a sí mismo en Su poder glorioso apareciéndose a último momento? ¿Es Su propósito permitir que pases a través del fuego en una prueba en particular para quemar hasta la última duda, reemplazándola con una confianza en El, la cual necesitarás en el futuro?

Ninguno de Sus propósitos pueden impedirse. Busquemos Su propósito en todo lo que enfrentemos.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

17 de Junio

“… Siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altisimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.” (Daniel 4:25)

Mi Querida, el Señor nos muestra que hasta que reconozcamos que es el Altísimo quien tiene el completo dominio en el reino de los hombres, que es Dios Todopoderoso quien concederá bendiciones sobre quien Él desee, y que nosotros también, seremos parecidos al ganado. Estaremos esperando por nuestra bendición, pero no la recibiremos. Sólo Dios es todopoderoso. Es Su Voluntad, Sus Deseos para con nosotros aquí en la tierra y lo que ha preparado en el cielo, lo que tenemos que buscar. No son nuestros deseos, sino los Suyos. Esto se propicia confiando, que indiscutiblemente nos ama y nos ha prometido que ¡todo lo que Él permite será para nuestro beneficio!

Pero no hasta que lo reconozcas….

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

18 de Junio

“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros”. (1 Samuel 15:22).

Mi Querida, tu Señor no quiere que te sacrifiques, rindiendo tus cosas, tomando el camino más difícil. Tu Señor se deleita con tu obediencia en Su Voz. Esta es una pequeña voz, que normalmente necesitarás estar atenta para poder escuchar. Una vez que la escuchas, ¿la obedeces?

Oh, Querida, es en la obediencia de esta pequeña voz en donde encontrarás la paz y la protección que tú anhelas tener. Es ahí, al final de la contínua obediencia, cuando consigues el poder y la fortaleza, para pararte contra el impacto que traen los ataques, que ahora hieren y dañan tu espíritu, tu alma, lo que resulta en el dolor que constantemente sientes.

Mi Querida, toma un momento para sentarte y escuchar esa sutil y dulce voz del Señor, así como lo has buscado como guía, instante a instante durante este día. Obedécele hoy. No te duermas hoy, primero deleita al Señor con la obediencia a Su Voz.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

19 de Junio

“Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado”. (Salmos 119: 49-50).

Mi Querida, ¿te ha dado el Señor alguna palabra de esperanza? ¿Dónde has mantenido esa palabra? ¿Está escondida en tu corazón? ¿La estás meditando día y noche? ¿Está esa palabra lista en tus labios cuando alguien te pregunta sobre cómo se mantiene esa esperanza que habita dentro de ti?

Esta debe ser tu consuelo en la aflicción que ahora afrontas. Esta, por sí sola, es lo que tiene que vivificarte y hacerla tuya hasta que la victoria sea obtenida. Estima esta palabra, bendita sierva del Señor. Esta es la promesa de Él para ti.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

20 de Junio

“Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti”. (Isaías 60:5).

Mi Querida, Dios promete que Su Voluntad permitirá que veamos increíbles bendiciones, aunque no hayan sido manifestadas. El corazón que ahorita está atravezado, el corazón que ahora anhela y nos duele continuamente, será transformado, en un solo instante, a un corazón que brilla y se regocija en lo que pronto verá. Nuestros rostros serán radiantes con el amor del Señor, rostros transformados más a Su Imagen.  

Mi Querida, todo esto vendrá a ti. Tú no necesitas salir y buscarlo por tí misma. No, las bendiciones serán cuando lo busquemos a Él solamente, cuando busquemos Su Rostro – no su mano, sino Su rostro. Esa es la transformación que Él busca para nosotras.

Mi Querida, no busques por la senda que lleva a tu restauración. Busca Su Rostro, entonces, cuando el mundo entero te vea, tu rostro estará radiante y ellos, tampoco, nunca serán igual.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

21 de Junio

“No lo digo porque tengo escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquier que sea mi situación”. (Filipenses 4:11).

Mi Querida, antes que el Señor vuelva el corazón de tu amado hacia ti, Él ha determinado instruirte, entonces tú aprenderás muchas cosas. Una de ellas, muy importante, es el contentamiento. Tu tienes que contentarte con el lugar donde Él te ha puesto ahora antes de que Él pueda restaurarte. Siempre lo he visto ocurrir.

Sin embargo, este contentamiento debe ser en Él. Algunos están “contentos” con su vida sin la promesa, pero es más que “apaciguarse” que un verdadero contentamiento. El contentamiento es paz absoluta y un gozo profundo en el estar escondida en Él. Este es el lugar, en el que no se afecta por rumores o circunstancias, dado por la paz total con que se vive. Mientras otros continúan aterrados, en pánico o planeando que más “pueden ellos mismos hacer”. Aquella que ha aprendido el contentamiento, no está ansiosa por nada, felizmente escondida en Él.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

22 de Junio

“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vió que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se desconyuntó el mulso de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices”. (Génesis 32: 24-26).

Mi Querida, ¿habrá sido este proceso una lucha con Dios, para que Él te bendiga? No lo hará, hasta que estés en el pundo donde te detengas en tu lucha, y en lugar de eso te tomes de la Voluntad de Dios, es ahí donde la bendicion vendrá. Jacob tuvo que pelear hasta que su cadera estuviera dislocada, haciéndolo permanecer para siempre postrado ante el Señor. Luego fue determinante esperar hasta el amanecer.

¿Estás tú en una lucha? ¿Estás tú, en este momento con tu cadera dislocada, con voluntad a mantenerte hasta que el amanecer comience, para recibir tu promesa?

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

23 de Junio

“Así que, ofrezcamos a Dios, por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, frutos de labios, que confiesen su Nombre”. (Hebreos 13:15).

Mi Querida, ¿es el abogar por, pedir por, o clamar por Su misericordia, las únicas palabras que tu Señor escucha? ¿Estás verdaderamente confiada y con suficiente fe, creyendo en las promesas que Él te ha dado, y en el Poder que Él tiene para satisfacerlas, así como lo ha prometido?

Entonces ¿por qué no lo alabas? Aquellas quienes vagaron en el desierto murmurando y quejándose, no confiaron en Él. Esto trajo más pruebas y procesos. Esto trajo más años errantes. Esto trajo el juicio final en el que Él prometió que El no entraría bajo su resguardo. Alábalo,

¡porque Él es digno y fiel! Dale tu ofrenda de alabanzas en este momento, hoy y para siempre.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

24 de Junio

“Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro solados cada uno, para que le custodiasen, y se proponía sacarle al pueblo después de la Pascua”. (Hechos 12: 4).

Mi Querida, tu amado puede estar confinado en cadenas de pecado. Tu amado puede estar custodiado por aquellos que quieren que se quede en la presente situación. Pero a travéz de tus oraciones, ¡tu amado será liberado!

¡Oh, la Gloria y el poder del Espíritu Santo! No hay nada, ni nadie que pueda resistirse a Su Poder. El poder de la justicia de Dios no puede ser comparado con nada, ni frustrado por nada ni nadie. Buscamos tan a menudo dónde está nuestro amado, con quién está, y en lo que nuestro amado nos dijo en enojo y dolor. Aunque, Mi Querida, ¡nada de esto, es problema para el Señor!

Pedro estuvo vigilado y encadenado a cuatro soldados, pero cuando las oraciones fueron ofrecidas, Dios escuchó y se movió en nombre de Pedro.

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

25 de Junio

“Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro solados cada uno, para que le custodiasen, y se proponía sacarle al pueblo después de la Pascua”. (Hechos 12: 4).

Mi Querida, no cabe duda que el enemigo está determinado a tomar preso a tu amado. Fue esa determinación la que tomó Herodes para asesinar a Pedro, así como lo hizo con Juan, el Bautista. Tú pudiste haber visto a otros destruidos, por lo mismo que tú estás enfrentando – ¡pero no significa que pase contigo!

¡Ora! Ora fervorosamente.

No dejes de suplicarle a tu Padre Celestial, en tu closet de oración, sino hasta que estés convencida que te ha escuchado y que contestará tu oración.

Querida, tu amado pudo haber hablado sobre el plan destructivo del enemigo, como si fuera el suyo propio, pero una vez que la luz entre en la oscuridad en la que está, él despertará y caminará sobre los puentes que una vez los limitaron, caminará hacia la libertad.

Mi Querida, asegúrate que esos puentes de tu corazón estén listos a abrirse cuando tu amado regrese a ti. Tu amado podría estar ya en camino.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

26 de Junio

“Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.” (Hechos 12:5).

Mi Querida, ¿qué tan fervientes son tus oraciones? ¿Vienes preocupada con muchas dificultades? ¿Las preocupaciones del mundo ahogan el tiempo de Dios?

¿Cuándo fue la última vez que te postraste ante el Señor, tan fervientemente orando por la liberación de tu esposo? De rodillas la batalla será ganada.

Encuéntrate con el Señor diariamente, a cada hora, y en todo momento. Usa el dolor en tu corazón y en tu garganta, como alarma para orar. No ceses, no te rindas, no desistas de orar que esa será la clave para la liberación de tu amado.

Una vez tu amado sea libre, tú gozarás del dulce compañerismo que sólo habías soñado antes. ¡Búscalo fervientemente!

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

27 de Junio

“Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”. (Hechos 12: 7).

Mi Querida, aquí vemos nuevamente cómo Dios se mueve repentinamente. El ángel repentinamente se apareció, repentinamente vino en medio de la oscuridad, repentinamente se apareció cuando el prisionero había sido encerrado.

Mi Querida, un ángel del Señor aparecerá repentinamente en la oscuridad de tu esposo, en la prisión en donde tu esposo ha estado detenido – ¡repentinamente! No cuando tú pienses que será, pero será en el momento perfecto. Será cuando tú ores. Levanta tus oraciones a los cielos y, cuando haya tantas que el cielo ya no pueda sostenerlas, tus bendiciones vendrán, una lluvia de promesas que Él te ha dado. Ora.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

28 de Junio

“Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”. (Hechos 12: 7).

Mi Querida, nunca olvides que tu esposo está viviendo en la oscuridad. Nunca lo olvides, ni por un momento. Donde no hay luz, hay miedo. Donde no hay luz, un prisionero cae buscando el camino. Donde no hay luz, hay pensamientos y palabras que no se hablarían, si la luz existiese.

Mi Querida, una luz puede brillar dentro de la celda de oscuridad de tu esposo. Esta es la Luz del cielo. Fue enviada a Pedro por las oraciones de aquellos que no aceptaron la sentencia de muerte para aquel a quienes ellos amaban, pero fueron constantes en orar por la victoria. Mi Querida, hoy, ora para que tu esposo reciba la luz del cielo hoy mismo. Ora.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

29 de Junio

“Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”. (Hechos 12: 7).

Mi Querida, tu esposo puede estar dormido, sin miedo de lo que le aguarda. Pero, alabado sea el Señor, Dios enviará un ángel para sacudirlo y despertarlo de su debilidad.

Tal vez tu esposo ha tratado de liberarse a él mismo, pero se ha encontrado con que está atado con firmeza o vigilado. Entonces se rindió y se resignó a la esclavitud y al pecado.

Quizás tu esposo considera que está feliz y contento, en la presente situación. ¿Está aún buscando la vida solitaria de la otra persona, por encontrar un alivio a tu persecución, a tus discusiones, a tu súper-espiritualismo?

Mi Querida, revisa tu actitud y la manera en la que tú hablas a otros por lo que tu esposo querrá ser liberado.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

30 de Junio

“Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos”. (Hechos 12: 7).

Mi Querida, habrá un momento de escapatoria para tu esposo. Habrá un momento pequeño para volar, cuando un ángel del Señor diga “Levántate rápido”. ¿Estás segura que tu esposo elegirá irse?

¿Has estado orando a Dios para que vuelva su corazón a ti? ¿Le pediste al Señor que detenga tu boca? ¿Te has frenado de comentarios a tu esposo o acerca de él? ¿Has tenido un semblante radiante y amoroso en tus ojos? Si ha sido así, dentro de poco, repentinamente, los ángeles del Señor hablarán a tu esposo para “que se levante rápidamente” ¡y ellos seguirán!  

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.