AGO-1

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Mi querido retoño
Devocional para niños y adolescentes
y el niño no sanado que hay en ti.

1 de Agosto

“¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables?” (Jer. 15:18).

Querida, ¿es eterno tu dolor? ¿Perdura día y noche? ¿Acaso las heridas de tu corazón parecen ser incurables? ¿Reusan sanar no importa el tiempo que pases buscando al gran Doctor? ¿Te has preguntado si el agua viva, el arrollo de agua que el Señor utiliza para limpiarte y refrescarte, era un engaño? ¿Que realmente no tenían poderes curativos?

Querida, es la fe que está en ti, la confianza de que el Señor y Su Palabra te sostendrán. El no es un Dios que miente ya que El es la esencia de la verdad. Son los ojos de tu fe los que debes examinar. Si examinas lo que miras, las circunstancias que te rodean, entonces, indudablemente te preguntarás si tu dolor sanará y será eliminado para siempre como lo hizo Jeremías.

¡Sí, mi Querida, oh sí! Muy pronto el Señor se mostrará en tu situación y todos los dolores de esta prueba se olvidarán, serán reemplazados con gritos de gozo – ¡aleluya!

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

2 de Agosto

“¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta, Jerusalén, ciudad santa. Ya no volverá a entrar en ti ni el moro ni el impuro” (Is. 52:1).

Querida, es tiempo de despertar de tu sueño de desánimo. Despiértate y vístete en el poder del Todopoderoso. No somos un oponente conquistado; hemos alcanzado la victoria en Jesucristo. ¿Por qué temes cuando conoces quién te sostiene hoy y mañana en Sus manos? ¿Cuándo conoces quién sostiene los corazones de tus seres queridos?

Querida, ¿le has saludado en esta mañana? ¿Te has levantado en la presencia del Señor? ¿O has permitido que la tristeza y la desesperación invadan tu sueño, tu habitación, tu hogar? ¡Sácalos de ahí con cantos de alabanza, con gritos de gozo! Revístete en estas prendas preciosas llenas de fortaleza y gozo. ¡Levántate!

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

3 de Agosto

“Tú nos responderás, como es debido, con maravillas, Dios salvador nuestro, esperanza de todas las naciones y de los territorios más lejanos” (Salmos 65:5).

Querida, amada de Su corazón, Dios te responderá, y Su respuesta será una de justicia y bondad. Oh, El es el Dios de nuestra salvación. El nos salvará. ¿En quién más podemos confiar? ¿Quién más que el Todopoderoso?

El Señor es grande y es bueno alabarlo. Nos salva de la destrucción que enfrentamos por Sus obras magníficas y maravillosas. El nos ama y nos contesta en todas nuestras angustias. El nos da paz en medio de nuestra tormenta. ¡Aleluya!

Toma tiempo ahora mismo para alabarlo por las maravillosas obras que El ya ha hecho por ti. Báñate en los rayos de luz de Su amor, no hay nada que temer, nada. Ya que El nos contestará en Su justicia maravillosa – ¡gloria a Dios!!

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

4 de Agosto

“En Dios sólo descansa el alma mía, de él viene mi salud” (Salmos 62:1).

Oh, Querida, ¿está tu alma esperando en silencio solamente por Dios? ¿Es El a quién buscas?

¿O lloras a gritos de dolor y desesperación porque estás buscando tu salvación en otros lugares? Realmente, El solamente puede ayudarte. Pero buscas a otro. Buscas a tu amante, a quien Dios te ha hecho abominable. Es en este tiempo en tu vida que El ha ordenado que tú lo busques a El solamente. Porque no hay otro momento que este día, esta hora.

¿A quién buscas? ¿Y por qué buscas a los vivos entre los muertos? Si tu amado está muerto en sus transgresiones, ¿entonces por qué lo buscas? Dios es vida y solamente a través del poder de Su resurrección verás a tus muertos llenos de vida de nuevo para Su gloria. Porque cuando lo busques, lo encontrarás. Y en medio de Su gloria, todas las cosas se harán nuevas y enteras. Así que busca al Señor, búscalo a El solamente. Espera en silencio, porque solamente de El viene tu salvación.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

5 de Agosto

“Mi salvación, mi roca sólo es él, mi fortaleza, no he de vacilar” (Salmos 62:2).

Querida, mi querida, ¿estás firme sobre la Roca? ¿Es El la única Roca de tu salvación? El poder de Su brazo extendido es tu baluarte.

¿Cómo lo sabes?

¿Te conmueves? ¿Te conmueves cuando las tormentas vienen a tu vida diaria? ¿O estás tan fuertemente situada en Su roca que cuando la tormenta viene te puedes sentar en medio de ella y alabarlo?

Querida, agárrate de El hoy; no permitas que otro día u otro momento pase. Corre a El diariamente, a cada hora, y de momento a momento. El está ahí. Plántate firmemente en El, en Su agua viva, para que cuando llegue la sequía o el calor no dejes de producir fruto en abundancia. Una vez que te agarras de El, una vez que El es tu Roca, una vez El es tu salvación, entonces permite que las tormentas vengan, ya que tú no te moverás porque El es tu baluarte.

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

6 de Agosto

“Auxílianos contra el enemigo porque de nada sirve la ayuda de los hombres” (Salmos 60:11).

Querida, el enemigo está tocando a tu puerta. Está por entrar y tomarte presa. Una vez más te robarán, te saquerán. ¿Por qué vas a permitirle al enemigo entrar y robar lo que es tuyo cuando tienes un Salvador? ¿Acaso no has visto que en el pasado todo lo que tú hiciste para detener al enemigo fue en vano? El rescate hecho por hombre es en vano. ¿Has ido a otras personas de este mundo en busca de ayuda para darte cuenta que te roban una vez más?  

Clama al Señor en tu sufrimiento. Dile a El, “¡Auxílianos contra el enemigo porque de nada sirve la ayuda de los hombres!” El está más que preparado de detener lo que será robado nuevamente y recobrar lo que ha sido perdido. Ni te contentes ni busques a ningún otro. Es el Señor quien te librará. Llámalo ahora. Pídele que sea guardián de tu casa, de tus hijos, y de tu corazón. Y Querida, El recobrará todo lo que se ha perdido tan pronto El comience a moverse para ti.

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

7 de Agosto

“Con Dios haremos mil maravillas, el pisoteará a nuestros enemigos” (Salmos 60:12).

Querida, es a través de Dios que haremos mil maravillas. Solamente El puede pisotear a nuestros enemigos; porque de nada sirve la ayuda de los hombres, la ayuda de los hombres mortales. Aún así tratamos, tratamos de proteger en la carne lo que tenemos, de proteger todo aquello que nos van a robar. Oh, Querida, es solamente a través de Dios que haremos mil maravillas. La victoria es de El solamente. Nuestros pobres esfuerzos detienen la mano poderosa de Dios, prolongan la venida de Su ayuda.

Cuando llegue la amenaza y venga a robarte la paz, ¿a quién correrás por ayuda?

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

8 de Agosto

“Una vez Dios habló, dos veces yo lo oí” (Salmos 62:11).

Querida, ¿no has oído? El poder le pertenece a Dios. ¿Estás oyendo? ¿Debo repetirlo? El poder le pertenece a Dios.

Sin embargo, ¿cuántas veces le damos honor al enemigo cuando nos habla a través de un ser querido? Escuchamos las mentiras que nos dicen de que no hay esperanza. Escuchamos los planes del enemigo. Confirmamos esas mentiras. Entonces vemos que no hay esperanza. Nos resignamos al poder que le damos al enemigo cuando confirmamos sus mentiras. ¡Pero el poder le pertenece a Dios!

Querida, ¿a quién le darás la razón? ¿Le darás la razón a Dios Todopoderoso, que es todo poder? Hágase tu voluntad. Que se magnifique. El, quien creó todo lo que vemos, El quien calmó la tormenta, El quien cambió el corazón del rey, El quien caminó sobre el agua en medio de la tormenta – ¿no podrá hacer El lo que ha prometido?

¿A quién le darás el poder en tu vida, en tu futuro, en tu felicidad? El poder le pertence a Dios.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

9 de Agosto

“Que de Dios es la fuerza, tuya, oh Señor, la gracia. Tu pagas a los hombres de acuerdo con sus obras” (Salmos 62:12).

Querida, el amor no se encontrará en la tierra, porque el amor es de El – le pertenece a nuestro Señor. El ha prometido recompensar a cada hombre de acuerdo con sus obras y trabajo. ¿Cómo recompensará las obras de ayer? ¿Lo buscaste diligentemente? Entonces lo encontrarás hoy. ¿Consolaste el alma en dolor? Entonces tu alma será consoloda hoy. ¿Perdonaste con todo tu corazón? Entonces hoy serás perdonada.  

¿Has ido más allá de regresar mal con mal y ofensa con ofensa? Has quitado de tus labios palabras hirientes? ¿Estás caminando en humildad, presumiendo tus debilidades, para que así el poder de Dios pueda habitar en ti? ¡Entonces tu recompensa será grande! ¡El, pronto, muy pronto, te dará los deseos de tu corazón!! ¡Porque el amor es Suyo, o Señor!

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

10 de Agosto

“Señor, tu eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti, en pos de ti, mi carne desfallece. Cual tierra seca, sedienta, sin agua ” (Salmos 63:1).

Querida, ¿has buscado a tu Dios en serio hoy, esta semana, esta misma hora?

¿Está tu alma sedienta de Su agua viva y de Sus Promesas?

¿Anhela tu carne a Dios solamente, o todavía ahnelas a otro u otra cosa?

Querida, Dios es un Dios celoso. Solamente El te puede dar lo que realmente necesitas. El te dará el agua viva en esa tierra seca y cansada que ahora estás ocupando forzadamente. No es por castigo que El te ha traído aquí. Es para que aprendas a buscarlo a El. ¡Para que aprendas que es el Señor y Su agua, Su Palabra la que te hará sentir fresco y traerá vida a tu alma!

Mi Querida, si continúas buscando fervorosamente a otro u otra cosa, entonces buscas en vano. Hay consolación en la tierra desierta de Guilgal; hay un gran y poderoso Doctor ahí. Búscalo en serio. Eso significa que lo busques en tu búsqueda.

Permite que tu alma esté sedienta de El y que beba cada palabra que El tiene para ti.

Permite que tu carne lo ahnele. No hay sustituto o imitaciones que te satisfaga. Ningún hombre en tu vida. Ni la comida. Ni entretenimiento ni diligencia. Ni otro ser viviente ni alma. No. Tu carne debe ahnelarlo en esta tierra seca y cansada donde no hay agua. Búscalo.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

11 de Agosto

“Yo quiero contemplarte en el santuario para admirar tu gloria y tu poder” (Salmos 63:2).

Querida, ¿lo has contemplado en su santuario? Un santuario es definido como “un lugar seguro, especialmente para personas que son perseguidas,” “un lugar protegido de los predadores y de ser destruidos,” “un lugar santo,” “un lugar que provee inmunidad de la ley,” “el santo de santos en el templo isrealita en Jerusalen.” ¿Lo has contemplado en Su santuario? ¿Has visto la gloria que le pertenece a El solamente?

Querida, párate en la maravillosa presencia del Señor; comienza a pararte y alabarle con las manos en alto, porque El es digno de alabanza y merece ser alabado. Ahora, siente la paz que comienza a rodearte una vez le das las gracias por Su bondad, por Su fidelidad, por Su amor.

Querida, levántate y alábale en tu casa, en el santuario, en tu iglesia; ve sola, hazlo un hábito.

Porque, ¿qué mal te puede perseguir en el poder y la gloria de El en Su santuario? Baila frente a El. Amale y adórale. Corónale con alabanzas y observa Su poder y Su gloria mientras te paras en medio de El.

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

12 de Agosto

“Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán” (Salmos 63:3).

Querida, Su amor es mejor que la vida que has perdido. Te lamentas que has perdido tu matrimonio, o tu familia, o a lo mejor el hogar donde vivías. Te fijas en el espacio vacío al lado de tu cama, o habitación que ya no ocupa tu hijo o hija, donde ya no duerme, la ropa que no está en el ropero o gavetero.

Sin embargo, Querida, Su amor es mejor que la vida, ¡así que deja que tus labios lo alaben!!

Querida, nada de lo que has perdido se acumula a nada una vez que tienes a Jesús. Para mí, vivir es Cristo, y morir a este yo es para mi beneficio. Nada de lo que hayas perdido o perderás vale la pena por ese dolor, que saldrá de tu corazón al instante, en el momento que tus labios canten himnos de alabanza a El.

Querida, ahora mismo, comienza a alabarlo por el amante que se ha ido, alábalo por el matrimonio que terminó dolorosamente, alábalo por el divorcio que se perdió, y alábalo por las posesiones que se robaron. ¡Alábalo!!

Querida, mira frente a ti. Las puertas se abren ahora – despierta y deja la prisión del dolor. Eres libre, libre para alabar el nombre del Señor – ¡aleluya!!

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

13 de Agosto

“Te bendeciré mientras viva , y alzando mis manos te invocaré” (Salmos 63:4).

Querida, ¿bendecirás al Señor? ¡Mientras vives, bendícelo; levanta tus manos, levántalas en alto!! Entrégale tu corazón, tu voluntad, y tus emociones a Aquel a quien debemos bendicir. Bendice el nombre del Señor.

Querida, no permitas que las líneas divicivas de las denominaciones te roben de la bendición de alabar al Señor con las manos en alto. ¡Aquel a quien el Hijo ha liberado es realmente libre!! El salmista, en medio de sus enemigos, en medio del campo con el rebaño de su padre, en medio de un ataque de un león y un oso, alabó el nombre del Señor. De ahí recibió poder de lo alto que le dio la valentía y confianza de pararse frente al gigante.

¿Hay un gigante enfrentándote con temor, llamándote y riéndose de ti? Pero escucha. Este gigante de temor no se burla de ti si no de tu Dios. El está diciendo que El no puede o no va a liberarte. El dice que no lo mereces. El tiene razón – ninguno de nosotros lo merecemos, todos hemos pecado y nos quedamos cortos de la gloria de Dios. Pero El, pero Dios, El es digno, digno de nuestra alabanza y confianza en El. ¡Y es Su deseo traer victoria a tu vida!! ¡Alaba al Señor!

¡Querida, levanta tus manos ahora mismo y bendice al Señor mientras vivas! ¡El es digno! ¡Aleluya!

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

14 de Agosto

“Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca” (Salmos 63:5).

Querida, ¿está tu alma satisfecha con el suculento banquete? ¿O es probe tu dieta y pasas hambre? ¿Has estado festejándote en la presencia del Señor? ¿Le has brindado agua viva a tu alma sedienta? ¡Porque con un alma que está llena, tu boca podrá ofrecer alabanzas al Señor con labios gozosos!

Querida, ¿por qué estás abatida, alma mía? ¿Por qué andas en derrota, en decadencia? ¿Has comenzado a envidiar a tu opresor y a aprender sus caminos? Entonces tus labios están muertos de sed, agrietados, ensangrentados. Gritos de dolor, no de gozo, están en tus labios.

Bebe del agua viva, mi amadísima Querida. No busques hacer nada más con tu tiempo que no sea festejarte en El. Lee, medita en Su Palabra. Siéntate silenciosamente en Su presencia mientras pides por tu sanación. Levántate y alábalo con cantos de liberación. Porque, ¿para qué, mi Querida, debes morirte de hambre cuando la plenitud del Señor está ahí contigo?

¡Ofrécele alabanzas con labios gozosos!! ¡Aleluya!

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

15 de Agosto

“En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche.. . .” ( Salmos 63:6).

Querida, ¿anoche te evadió el sueño y se te escapó? ¿Te acostaste despierta y pasaron por tu mente todos tus problemas? ¿Miraste ese sueño preciado como que lo merecías, pero te había sido robado?

No, mi Querida, es en tu lecho en las largas horas de la noche que necesitas recordarlo. Medita en El. Háblale a El. Háblale amorosamente.

Querida, recuérdalo en tu cama, sabiendo que en la quietud de la noche El está ahí. Y no solamente está El en tu noche oscura, sino que El está en tu mañana también. Está poniendo la piedra sólida en el escalón que pisarás cuando el sol comience a salir. El ya está ahí en tu mañana.

Mi Querida, medita en lo maravilloso que es Dios; mira la totalidad de Su rostro. Las cosas de este mundo, las preocupaciones y molestias que cargas, comenzarán a disminuir y perder su importancia cuando te bañes en la luz de Su gloria, Su gracia, y Su misericordia. Querida, medita en El en el silencio, en medio de tus noches en vela.

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

16 de Agosto

“A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda” (Salmos 63:7).

Querida, ¿quién ha sido tu ayuda en tiempos de conflicto? ¿Quién te ha sacado con Su brazo extendido? ¿A la sombra de las alas de quién te has escondido? ¡Entonces canta de alegría en la sombra de Sus alas!!

Querida, ¿por qué miras hacia el futuro con pavor cuando El ha comprobado Su fidelidad hacia nosotros? ¿Acaso no siempre ha estado ahí para escucharnos, rescatarnos, consolarnos? Nada, tú dices que El no estuvo ahí porque no lo sentiste – ¿pensaste que El se había ido? ¿Entonces por qué pasó, por qué no llegó?

Querida, ¿dónde está tu esperanza? ¿Dónde está tu salvación? ¿A quién añoras? ¿Es Su rostro el que buscas o simplemente Su mano de liberación? Querida, ¡regocíjate en todo lo adverso que ha pasado en tu vida, ya que no sólo tienes Sus promesas de que El nunca te dejará ni olvidará, como tu amado te habrá hecho a ti, sino que El ha prometido que aquello que ha quebrantado tu corazón lo usará y lo trabajará con armonía en Sus creativas manos para tu bien!!

Querida, canta de alegría bajo las alas del Todopoderoso, ya que El ha sido y seguirá siendo tu ayuda en tiempos de conflictos – ¡aleluya!!

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

17 de Agosto

“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso” (Salmos 91:1).

Querida, ¿a qué te atienes? ¿Estás escondida, segura en Su refugio? ¿Te atienes a la sombra del Todopoderoso? ¿O te mantienes expuesta? ¿Expuesta en medio de la guerra que está arrasando contigo y tu familia? Querida, corre a El; permanece escondida en El. No mires a lo que pasa en lo natural. Tu Padre, el Dios Altísimo, está cuidando de todo lo que te preocupa. No escuches, ni te inquietes, o preocupes; sólo te llevará al cansancio y destrucción. Permanece escondida en El.

Querida, ¿a dónde te han llevado las preocupaciones? En vez de preocuparte, déjalas en la cruz, y luego entra en tu cuarto y escóndete ahí en el refugio del Altísimo. No caigas en tentación de salir, sino que atente. Permanece en la sombra, la sombra fresca del Todopoderoso. ¡Alabado sea Dios por Su amor!! ¡Aleluya! ¡Nos mantendremos en pie y veremos la salvación del Señor! ¡Aleluya!

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

18 de Agosto

“Yo le digo al Señor: “Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío” (Salmos 91:2).

Querida, ¿qué dirás? ¿Proclamas a otros y a ti misma, “El Señor es mi refugio y mi fortaleza”? ¿O te escondes en medio de los escombros de la guerra que se desata en tu contra?

Querida, ¿en quién confías? ¿Confías en la humanidad? ¿Es acaso tu compañera(o) de oración, tu amiga, tu pastor, o alguien más en quien confías? Entonces serás como un arbusto en el desierto. No verás prosperidad. En vez de prosperar vivirás en desechos.

Oh, Querida, el mundo y muchos cristianos no confían en el Señor. Corren tras el hombre, frenéticos, solo para correr a y vivir en la tierra desierta. Pero somos Sus amadísimos. ¿Quién nos hace sentir pavor? ¿A quién debemos temer? Si el Señor está de nuestro lado, si es El quien aplastará a nuestros enemigos, ¿entonces por qué corremos? ¿Por qué tenemos miedo? ¿Por qué dudamos?

Proclama hoy y todos los días, “¡El Señor es mi refugio y mi fortaleza – El es mi Dios en quién confio!” ¡Aleluya! ¡No importa lo que mires o sientas, reconoce que el amor del Señor es para aquellos quienes le temen, aquellos quienes lo aman! ¡Aleluya! ¡Alaba el nombre precioso del Señor!!

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

19 de Agosto

“Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas” (Salmos 91:3).

Querida, ¿acaso te ha atrapado la trampa del cazador? ¿Estás atrapada en miedo, en preocupación, en planificación, en imaginarte lo que está ocurriendo en el campamento del enemigo, o preguntándote qué pasará? ¡Oh, preciada creyente, es El, nuestro Padre, El, nuestro Señor, quien te librará!! ¡Mira al cielo, tu redención se acerca!

Querida, ¿han envenenado tu corazón y tu espíritu con la plaga del resentimiento? Oh, búscalo, busca al poderoso Doctor. Siéntate en Su presencia. Alábalo con manos santas. Y una vez que hayas sanado, Querida, nunca más permitas que otra raíz de resentimiento sea plantada en tu corazón. Perdona. Perdona a quien sea y perdona a todos. Aquello que decidas no perdonar te envenenará. No le hará daño a aquellos que te han ofendido. Déjalo con el Señor, quien puede trabajar con eso; o es tuyo o es Suyo – es tu decisión. ¿Quieres ser sanada? Entonces, estira tu mano. Es El quien te librará de la trampa del cazador y de mortíferas plagas que quieren matarte espiritualmente y emocionalmente.

Querida, alábalo y deja ir todas las cosas a Sus queridas manos. ¡Alábalo! ¡Alaba al Señor! ¡Aleluya!!

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

20 de Agosto

“Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!” (Salmos 91:4).

Querida del Señor, el Señor te cubrirá, y cubrirá los pecados de tu pasado, los errores que cometes a diario. Es bajo Sus alas de amor que hallarás refugio cuando se acerquen las tormentas que hay encontra de tu mente y corazón. Querida, es Su fidelidad la que servirá de escudo.  

¿Es El tu baluarte? ¿Es El tu pared, la estructura que mantiene fuera a los atacantes que vienen contra ti? ¿Es El la persona que te provee protección y apoyo? ¿Es El quien te defenderá y apoyará con poder? Mi Querida, ¡sí! El Señor es el Unico, el Unico que puede hacer exactamente eso.

Descansa en El, ya que El es fiel. ¡Aleluya!!

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

21 de Agosto

“Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos” (Salmos 91:11).

Querida, ¿no has sentido las alas de los ángeles cuando el Señor te ha encomendado a su cuidado? ¿No estás consciente de su presencia en lo que te concierna? El Señor es grande y bueno para ser alabado. Alabalo con cánticos de alegría. El ha enviado a guardianes para que te cuiden, seres celestiales para que te protejan. Entonces, ¿por qué te preocupas contínuamente?

Querida, ¡despierta y levántate hoy y ponte el manto de alabanza! No hay nada que vaya a pasar hoy que el Señor no haya visto y te haya preparado para ello. Búscalo durante el día. Háblale cuando entras y cuando sales. Permance en Su perfecta voluntad donde se encuentra protección. En medio de todo y cualquier prueba, ¡regocíjate! Ya que el Señor le ha dado autoridad a Sus ángeles en todo lo que concierne contigo. Te cuidarán hoy, y todos los días, en todos tus caminos. ¡Aleluya! Alábalo ahora.

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

22 de Agosto

“Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna” (Salmos 91:12).

Querida del Altísimo Dios, no tropezarás. Los ángeles que te cuidan nunca permitirán que tu pie tropiece con piedra alguna. Sus poderosos brazos, sus alas extendidas te levantarán. ¿Por qué temes? ¿Por qué desmayas?

Querida, no te desmayes. Te lleva al camino de la maldad. No envidies a tu opresor. No aprendas sus caminos. ¿Por qué miras al pecador con envidia? Están sin esperanza sin la presencia del Señor. Serás rechazada, pero tu rechazo es por hombre, no por el Señor, tu Dios, tu Redentor. Mira con comapsión a aquellos que no le conocen, aquellos que se han alejado como un toro al matadero. Cultiva la compasión.

Querida, mantén esto presente en tu mente durante tu día: nunca estás sola. Háblale al Señor con todas tus preocupaciones. Háblale como a un Amante y un estimado Amigo muy cercano.

Porque El dijo, “Nunca te dejaré. Nunca te abandonaré.” Agradécele ahora por Su fidelidad. ¡Aleluya!

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

23 de Agosto

“Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!” (Salmos 91:13).

Querida, ¿por qué temes al enemigo quien está en tu camino? Es el miedo al que debes temer.

El Señor, nuestro Salvador, dijo que no debemos temer nada sino a El; temer el no agradarle a El. ¿Acaso no reprobó a Pedro por su falta de fe aunque sólo fue Pedro quien se atrevió a salir de la barca para tratar de caminar en el agua cuando el Señor le dijo, “Ven”? ¿Debemos nosotras lamentarnos con nuestro Amante quien nos ha dado dominio sobre el maligno?

Querida, el enemigo fue aplastado en el Calvario. Nuestro Dios derrotó al maligno y a la muerte. Si estás en El eres una nueva creación. Las cosas viejas están en el pasado, las cosas nuevas han llegado. Debes echar a un lado al hombre viejo lleno de miedo. Revístete del hombre nuevo lleno de fe y no de temor. Camina sobre el león y la víbora. Aplástalos. No tengas miedo. ¡Regocíjate!

Querida, esta es la herencia del Señor. ¡Tómala; medítala en este día y mira como tu temor desaparece cuando experimentas la paz que sobrepasa todo entendimiento, aunque la guerra se desata en tu contra, mientras estás en los brazos de tu Querido, Jesús, no tienes nada que temer!

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

24 de Agosto

“Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre” (Salmos 91:14).

Querida, ¿qué tan grande es tu amor por el Señor? ¿Te has enamorado de El? Debes tener intimidad con el Señor. En los días de juicio no querrás escuchar estas palabras, “Aléjate de mí; Yo nunca te conocí.”

Oh, Querida, ¿a quién buscas? ¿A tus seres queridos? Pero El ha alejado a tu amado y tu amiga de tu lado. El ha permitido que ellos te detesten. Este es el día, este es el tiempo, este es el momento de tu luna de miel para acercarte en intimidad a tu Salvador. Tu eres Su Novia, blanca sin mancha. ¿Tus pecados han sido perdonados? ¿Eres blanca como la nieve bajo la sangre de Jesús?

Querida, permite que El te ponga firme en alto porque tú le amas. ¿Por qué vas a permanecer en el valle de la miseria cuando hay un lugar de intimidad esperándote? ¿Por qué vas a permanecer ansiosa cuando el Señor está listo para librarte y ponerte en alto sobre tus enemigos para que los mires llegar a su fin. En ese día, el corazón de aquel a quien amas regresará a ti. No esperes ni te inquietes. Corre a El. Amale. Conócele íntimamente. Conoce Su nombre.

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15

25 de Agosto

“Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores” (Salmos 91:15).

Querida, ¿has invocado al Señor hoy? ¿Es Su dulce nombre lo primero que dices mientras despiertas de tu sueño? Porque El dijo que si le llamas El te responderá. Pero muy pocos le llaman en el día de problema. Se preocupan, temen. Corren al teléfono, a la computadora, a una amiga en busca de ayuda. Pero El es el Unico que permanecerá más cerca que un hermano. Y El está ahí, un suspiro de distancia.

Querida, ¿invocarás al Señor? ¿Le escucharás cuando El te conteste? ¿Esperarás que El te calme? El estará contigo en tiempos de dificultad. Nunca estás solas. En medio de la circunstancia más seria, El te rescatará.

Oh, Querida, sólo piensa. Ahora en medio de tus pruebas te deshonran, te humillan, y se burlan de ti. Pero vendrá el día en que El vendrá, el Rey de reyes, te honrará. Te vestirá con honor en la presencia de tus enemigos. Oh, cómo se desbordará tu copa de gozo. La bondad y Su tierna misericordia te seguirán todos los días de tu vida. Ahora vive en la casa del Señor, en Su amor, para siempre. ¡Aleluya!

Clic aqui para leer: Tito 2:3–5.

26 de Agosto

“Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación” (Salmos 91:16).

Querida, el Señor te ha prometido que estarás sostenida por Su salvación poderosa. Tú la verás sino desfalleces. Oh, cuántas han perdido la salvación del Señor. Ahí, en la espera del milagro, se dan la vuelta, se vencen, comienzan a sentirse ofendidas, y se debilitan. Oh, las artimañas del enemigo. Él pelea y se disfraza de santo. Ese es su propósito. ¿De que otra manera pudiera robar nuestro milagro, o terminar con nuestros sueños, o destruir nuestra esperanza?

Aún así, Querida, Él te ha prometido que viviremos una larga vida, y una vida satisfecha. Él ha prometido, que aquellas que le llaman por Su Nombre, serán las que verán el día de salvación. Cuando nuestra esperanza está en Él, nunca seremos avergonzadas. Cuando vemos Su Rostro, nuestras caras estarán radiantes. ¡Contempla al Cordero de Dios! ¡Contempla el rostro del Todopoderoso! Entra por sus puertas con acción de gracia y entra en sus atrios con alabanza.

Un día en Sus Atrios es más que miles de días en este mundo. ¡¡Quédate con Él! ¡Regocíjate!!

Clic aqui para leer: Gén. 2:18, 20–25 y 3:12-13, 16.

27 de Agosto

“El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?” (Salmos 27:1).

Querida, ¿quién es tu luz? ¿Quién te guía? ¿Quién te da la luz que te da vida?

Querida, ¿quién es tu salvación? ¿A quién estás buscando? ¿Quién te salvará del dolor que sientes, del desprecio que te embarga, del futuro que ahora se ve tan oscuro? ¿Es el Señor, el Rey del Universo? Porque si no lo es, entonces temerás sin duda. El miedo que estás experimentando es porque buscas en otros la luz para tu salvación.

Oh, Querida, ¡Él es todo lo que necesitamos! Cuando lo tomes a Él como tu luz, entonces “El Señor es mi luz”, serán las palabras en tus labios y en tu corazón. Di, “El Señor es mi salvación”, entonces, y sólo en ese momento, serás capaz de proclamar fuertemente, “¿A quién temeré?” Cuando otros te digan acerca de la condenación de tus circunstancias.  

Querida, ¿quién es el único que te defenderá? ¿Quién está de tu lado? ¿Será un amigo? ¿Es algún abogado? ¿Es alguno de tus padres, o compañeros de trabajo? Si esto es así, entonces, tu te atemorizarás.

Tú temes cada mañana que te despiertas después de una mala noche. Tú te inquietas cada vez que se escucha el teléfono llamar. Tú te atemorizas con cada circunstancia, tribulación o proceso. El Señor ha sido quien te ha defendido en tu vida, ahora y siempre, tu tendrías que decir, “¡Oh, a quien temeré!” Nada te causará angustia, miedo o desesperación.

Querida, di en voz alta, con clara y absoluta seguridad, “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?” El Señor es quien me defiende en mi vida; ¿a quién temeré?

Clic aqui para leer: Prov. 31:10–31.

28 de Agosto

“Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen” (Salmos 27:2).

Querida, los que hacen mal vienen sobre ti para devorarte, ¿estás segura que no te harán daño? Tú, criatura de Dios – los hombres te odian. Ellos odian a Dios; por lo tanto, Él nos ha dicho que ellos nos odiarán. Entonces, ¿por qué te sorprendes de lo sofocante que es esta prueba por la que estás pasando como si fuera algo extraño o algo inesperado sobre ti? Por el contrario, ¡regocijáte! Porque el Señor es tu fortaleza y tu defensa. Aunque la maldad venga hacia ti, El promete que tus adversarios y tus enemigos tropezarán y caerán.  

Querida, sus malvadas conspiraciones no asustan al Señor. Él se sienta en los cielos y se ríe, de lo que están planeando en vano. ¿Por qué observar, pensar o valorar lo que viene en contra tuyo? En lugar de eso, vuelve tus ojos al Señor, porque Él es tu vida, tu fortaleza, tu libertador. ¡Es tiempo de regocijarte!

Clic aqui para leer: 1 Pedro 2:13 hasta 1 Pedro 3:18.

29 de Agosto

“Aún cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aún cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza” (Salmos 27:3).

Querida, ¿hay algún ejército de enemigos acampando al lado de tu puerta? ¿Existe alguna guerra de ira hacia ti, hacia tus finanzas, sobre tu matrimonio, o tu familia…. sobre tu paz? Oh Querida, en lugar de temer, a pesar de todo lo que tu ves u oyes, ¡confía! Esta no es una confianza en lo que tú puedes hacer, o de lo que tú puedas analizar, sino confianza en el Señor, Dios Todopoderoso. El es el creador del cielo y de la tierra. Él puede frustrar a los malvados; El puede volver sus espadas en contra de ellos mismos. Tú estarás segura, bajo la sombra de Sus alas, rodeándote con Sus brazos de amor.

Querida, tu salvación y tu fuerza está en la quietud y en la paz. ¿Por qué te inquietas? ¿Por qué huyes o buscas consejo, apoyo o seguridad? Permanece quieta con Él. No veas la guerra que se desata, no mires hacia afuera de tu ventana o escuches los comentarios anticipados del miedo que sentirás. En lugar de eso, di, “Permaneceré confiada.”  

Clic aqui para leer: 1 Cor. 7:1–16, 39.

30 de Agosto

“Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo” (Salmos 27:4).

Querida, ¿cuál es la única cosa que buscas? ¿Cuál es la única cosa que le has pedido al Señor? ¿Será que vuelva el corazón de tu amado a ti? ¿Hasta ese momento podrás decir que tu corazón ha sido devuelto al Señor? Si es Él verdaderamente lo primero en tu vida, te sientes satisfecha, en paz y no estás ansiosa. ¿Es este el estado de tu corazón?

David, buscó una cosa – él buscó al Señor.

¿Quién eres, María o Marta? ¿Estás muy ocupada en las cosas del Señor, ocupada haciendo cosas para arreglar tu presente situación, pero fallaste en mantenerte a los pies del Señor? ¿Has descuidado la mejor parte?

Querida, ¿anhelas contemplar el rostro del Señor, para ver Su belleza? O, ¿has visto ya Su mano en tu circunstancia?

Querida, la razón por la que el Señor ha permitido esta prueba en tu vida, y la razón por la que esta situación no se ha completado, es simplemente que el Señor quiere que seas para Él. Es en Su presencia que te encontrarás llena de gozo. Es en Su presencia que existe la paz. Es en Su presencia que todas las cosas serán hechas bien. Siéntate en Su presencia hoy. Trabaja con tu rutina diaria para pasar un tiempo sin interrupciones sentada en Su presencia, y ser transformada en Su Imagen.

Clic aqui para leer: Ef. 5:22–24, 31, 33

31 de Agosto

“Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca” (Salmos 27:5).

Querida, ¿dónde estás en el día del problema? ¿Estás escondida segura en Su Tabernáculo? ¿Estás escondida en el lugar secreto de Su tienda? ¿Te ha levantado Él sobre la roca, sobre un lugar sólido por sobre todos tus enemigos, y por sobre la guerra que se desata en contra tuya?

Querida, si estás sentada a los pies de Jesús cada mañana, a mitad del día, cada tarde, sentada ahí fijándote en Su rostro, tu cara en Sus manos amorosas, para que cuando el día del problema venga, no te pueda mover. No tienes que correr hacias Sus amorosos brazos – ¡tu estás ahí! Tú estás en paz aún cuando la fatalidad de los rumores traten de debilidarte. Tú estás en paz. ¡Oh, qué existencia! ¡Oh, qué gozo!  

Querida, ahí es donde debes estar para que el Señor restaure lo que te había sido quitado. Porque una vez tu promesa está segura en ti, la guerra no se detiene. El enemigo va a perseguir lo que ha perdido y tratará de venir a tu casa a robar tu gozo. Pero tú, que has probado y visto que el Señor es bueno, tendrás una paz perfecta. Nada podrá causarte el huir de nuevo a Egipto. Nada causará que tu corazón tema. Has sido liberada. ¡Aleluya!

Clic aqui para leer: 1 Tim. 2:9–15