Ahora puedo ver y amar

Hoy quiero alabar a mi Precioso Y Amado Esposo Celestial. Cuando llegué a este Ministerio, mi vida estaba destrozada, en mi corazón había un dolor tan grande que pensé que nunca iba a sonreír nuevamente, pero llegó mi Precioso Señor y una vez más me alcanzó y me levanto del pozo de la desesperación.

Él me ha enamorado, me escribió cartas de amor hace miles de años y me las dejo a través de su palabra, le encanta hablar conmigo y espera todo el día a que yo me acerque a Él y le cuente todo lo que siento y todo lo que me ha pasado a través de mi oración y aun cuando Él ya lo sabe todo solo me escucha atentamente como quien se interesa realmente por mí, lo más hermoso de todo es que soy tan imperfecta, he fallado tantas veces en este viaje y aun así su misericordia no se cansa y una y otra vez solo me abraza y me consuela.

Ya son 8 meses en este viaje y hoy mientras oraba me di cuenta de todo lo que mi amado ha hecho por mí y que si no hubiera sido por este proceso mi vida jamás hubiera sido transformada.
¿Han pensado alguna vez en eso? nuestro Señor es poderoso y nos ama tanto que ha permitido esto en nuestras vidas para obrar un verdadero cambio, ¿saben algo? Durante mi tiempo de matrimonio intente cambiar mi actitud de muchísimas maneras, hablaba con mi esposo terrenal y pedía perdón por ser como era y prometía cambiar pero cuando llegaba una situación incómoda, explotaba y hería sin darme cuenta, todo esto fue minando mi matrimonio hasta que un día cuando todo estaba realmente mal oré a Dios y le dije: “Señor por favor quiero ser feliz y quiero que mi esposo sea feliz, quiero que tomes mi matrimonio y hagas tu voluntad”; entonces llegó una separación y una tercera persona a nuestras vidas, pero más allá de eso, llegó el verdadero cambio para mi vida, en mi caso Dios empezó mi proceso desde la semana 1 de mi separación y hoy puedo ver realmente como Dios puede transformar un corazón.

He vivido muchas situaciones en las que mi “vieja yo” hubiera herido, maltratado y endurecido su corazón con amargura y resentimiento, pero mi Señor ha sido tan maravilloso que a pesar del dolor solo he podido responder con amor y humildad ¡Gloria al Rey! es maravilloso, mis familiares y amigos cada día me recalcan el cambio que han visto en mí, y yo misma me maravillo, mi corazón pasó de estar amargado y lleno de resentimiento a sentir todo el tiempo amor incondicional y una paz que sobrepasa todo entendimiento, y mi esposo terrenal se ha dado cuenta de eso. Entre tantas cosas ayer en la noche me dijo: “Admiro la forma en que has manejado toda esta situación, admiro tu corazón noble y humilde, realmente me siento muy orgulloso de que seas la madre de mi hija, no pude encontrar mejor madre para ella” y luego me dio un beso.

Con lo anterior solo quiero recalcar una cosa: sé que este proceso duele y mucho pero también sé que hay un Dios que quiere vendar tus heridas y sanar tu dolor, como dice la canción: “Él te espera con los brazos abiertos, Él te espera para darte su amor”.

Abre tu corazón y permite al Señor transformar cada espacio de tu ser, te darás cuenta que en realidad todo este proceso vale la pena, te darás cuenta que: “de oídas habías oído de Él”, pero que si lo permites hoy tus ojos lo pueden ver, que si le amas, todo, absolutamente todo lo que pase en tu vida ayudará para bien y sobre todo saca de tu corazón toda raíz de amargura, enojo, resentimiento y falta de perdón y pídele al Señor que llene cada espacio con su amor y su paz sólo así empezarás a transitar por el camino a la restauración.

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.”
Isaías 43: 18-19

~Sandy