Quiero animarte a que vengas aquí todos los sábados para compartir tres cosas por las que estás agradecida, relacionadas con la semana pasada. Así es como convertimos el agradecimiento en un hábito, lo que por supuesto cambia la vida
Me mantuve en oración la mayor parte del tiempo. ¡Tuve que dejar caer mi cara delante de Dios! ¡Le pedí que me perdonara si alguna vez había puesto algo o alguien ante Él! Tuve que aprender que Dios me estaba llevando a través de esto por una razón y que, aunque me salvó, Él quería que me acercara a Él. Lo hice y ha sido una experiencia increíble.
